Attuma no era el único que se sentía así de extraño, Dayami en un principio empezó a coquetear con él por pura rebeldía, siempre que algún chico se acercaba a Naab o a ella su padre se encargaba perfectamente de ahuyentarlo si ya de por sí la gente les tenía respeto y por eso a veces no se atrevían a intentar nada romántico con alguna de las gemelas por el hecho de ser hijas de K'uk'ulkan, precisamente para hacer rabiar un poco a su padre se decidió a hacer eso pero ¿por qué Attuma precisamente? Cierto era que con chicos que serían de su edad o al menos cercanas le aburrían intensamente o que la tratasen de manera distinta como si fuese a romperse o que no se atrevían a decirle si había hecho algo mal. En cambio Attuma no le temblaba la voz a la hora de decirle que había cometido algún error o le temblaba la mano a la hora de entrenar juntos, no se controlaba o la trataba como si estuviese hecha de un material frágil sino que la trataba como una igual. Además sumando que le aburrían los muchachos cercanos a su edad y Attuma le transmitía esa madurez y seriedad que buscaba....si, no iba a negar que lo que empezó como un simple tira y afloja terminó en que descubriese que de verdad le gustaba Attuma.—Te vas a meter en un lío como padre te vea tan cercana a Attuma— era un secreto a voces que Attuma y Dayami estaban pasando últimamente más tiempo juntos del que decían aunque fuese que ella iba detrás de él, pero Naab sabía más detalles porque su hermana si era sincera con alguien era con Naab, era su otra mitad, la única que realmente la conocía de verdad, sin contar a sus padres, y a quien nunca le podría esconder nada.
—Naab es que me gusta.
—Lo sé— la menor de las gemelas apretó dulcemente el brazo de su hermana y esta recogió un mechón rebelde de cabello tras la oreja de Naab, desde hacía tiempo como físicamente habían sido confundidas por casi todos, menos su madre ella siempre las diferenciaba sin fallar, es más de pequeñas tenían una broma que era una hacerse pasar por la otra volviendo locos a todos incluso a su propio padre que a veces le costaba distinguirlas a primera vista, Naab empezó a buscar su individualidad física en algo tan banal como cortarse el cabello para diferenciarse de Dayami, porque a veces si era frustrante ver en su reflejo a su hermana y no saber ella misma distinguirse de su hermana por lo que Naab al principio se limitó a recogerse el cabello en una trenza mientras que Dayami lo solía llevar suelto, pero llegó el momento que necesitó otra cosa y se cortó el cabello hasta poco más allá de los hombros creando la sutil diferencia entre ambas.
—Tengo tu apoyo, ¿verdad?
—¿Qué remedio me queda?— Ambas rieron y pronto Dayami levantó varias veces las cejas en modo de burla.
—¿Y tú? ¿Chico o chica?— Nunca había descartado que Naab llegase a gustarle una chica porque prefería la compañía femenina y nunca había mostrado interés en algún chico haciendo que Naab con esa pregunta se sonrojase.
—Ninguno, ni chicos ni chicas* .
—Lo sé, lo sé....oye no la vi en todo el día al estar con los entrenamientos, ¿Cómo está hoy madre?
—Cansada, ya sabes, la matrona dice que en cualquier momento va a dar a luz y creo que va a ser otra niña.
—Con que venga sano ...es lo único que importa y que a madre no le pase nada — pese a que las mujeres de Talokan contaban con mayor resistencia el miedo a que un parto se torciese estaba y tanto la mujer como su hijo acabasen mal y eso le ponía nerviosa que les pudiese pasar algo.
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Aún tenía en la mente la amenaza no muy sutil de Namora de no acercarse a Dayami más de lo estrictamente necesario, si tan solo supiera que llevaba intentando hacerlo desde hacía tiempo pero era tan complicado.... debía de hacer algo y pronto porque no iba a arriesgar su posición, y "sutilmente" Namora le dejó caer que sus pelotas estaban en juego, por el quizás el capricho de Dayami. Porque ese era uno de sus temores. Ser un capricho, un pasatiempo. Incluso
—Attuma— por todos los dioses esa voz....era horrible voz....esa hermosa voz.
—¿Qué quieres Dayami?
—Me apetecía verte, solo es eso.
—Dayami esto tiene que parar
—¿El qué?—No podemos acercarnos tanto. Entiende que tú y yo no somos iguales. Yo soy un guerrero, un general de K'uk'ulkan entregado a Talokan y tú....— dolía como si una lanza le atravesarse el pecho con cada palabra, tenía que cortar esos lazos que se estaban creando entre ellos, no quería hacerlo pero era lo mejor para ambos.
—¿Y yo que soy?— preguntó altiva levantando la cabeza de manera orgullosa dispuesta a encajar fuese lo que fuese a decirle Attuma.
—Tú no eres más que una niña consentida y mimada— la chica dio un paso atrás como si en vez de hablarle con esa autoridad le hubiese cruzado la cara de una bofetada. Pero quién se llevó la bofetada fue Attuma por parte de Dayami —Reaccionando así no haces más que darme la razón, de ser una mujer adulta habrías encajado el rechazo constante que te doy, no estarías persiguiéndome y empeñada en crear algo que no existe como una niña malcriada.
—¿Sabes que? Esta bien....no volveré a hablarte si es lo que quieres....pero tú ni me mires ¿crees que no me di cuenta de cómo me miras?
—Tú no sabes nada. Vete de aquí — como dolía ver esa expresión en el rostro de Dayami, dolido, ofendido...sus ojos habían brillado pero no de ira sino que eran ¿lágrimas? Y esa mirada le hizo sentir terriblemente culpable, quería abrazarla, consolarla y decirle que todo era mentira y que no era nada de lo que le dijo.
—Adiós, general— no hizo nada para detenerla por más que lo deseaba.
Pero tenía que ser así aunque le desgarrase por dentro.NA *Creo que no he sabido plasmar bien que Naab es asexual.
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P R I N C E S A ( PAUSADA )
FanfictionSpin Off de " O C E A N" Attuma la ha conocido desde siempre, la ha visto crecer y convertirse en una mujer, en una princesa guerrera, ¿Cómo no pudo controlarlo? Sin poder evitarlo Attuma se enamoró de la hija de Namor: Dayami. Attuma x OC