No entendí porque lo comencé a perseguir, simplemente mis pensamientos hicieron que mi cuerpo comenzara a correr y entrar al lugar.
Logré entrar sin que nadie me notara. Hubo un momento en que casi me encontraron pero no pasó a nada más.
El pensamiento que recorrió mi mente mientras intentaba entrar fue el cómo y porque lo estaba haciendo. Digo, no es para nada normal que yo quiera socializar. Vine a este lugar solo para ver si podía encontrar comida y agua para sobrevivir y ahora me encuentro en la sala de la casa que me costó mucho entrar sin hacer ruido.
La verdad es que no quiero herir a nadie, vengo en paz. Pero de igual manera, tengo mi arma lista para apuntar a quien sea que me encuentre primero. Subo las escaleras de la casa ya que escucho ruido proveniente de arriba, donde supongo que está el chico que según yo, conozco.
Lo que se determina a escuchar, es como si buscara algo servible. Y claro, después de ver el ejemplo que el señor manda más dió afuera, es claro que ahora todo mundo va a hacer lo que se supone que tiene que hacer.
Al llegar al escalón final, puedo ver como al final del pasillo se encuentra el muchacho. Esta en el baño buscado cosas. Por el momento no me ha visto y mientras más me acerco, la adrenalina me crece más y también los nervios.
Decido hablar, no querría causarle un gran susto y que me atacara.
— Hola. — pega un brinco en su propio lugar y voltea hacia donde estoy yo, con mi arma en alto. Claro, la mejor manera de conocernos.
— ¿Tú quien eres? — caminando rápido, se intenta acercar a mi.
— Deténte. Ahí.
— Bien. Responde mi pregunta, ¿quien eres?
— Soy yo la del arma, creo que- — no me da tiempo de terminar. Hace un movimiento rápido y mi arma cae al suelo, cuando la intenta levantar es cuando hacemos lucha. Me abalanzo contra el y caemos al suelo.
Ya que estamos en el suelo, yo intento llegar a mi arma pero el jala de mi pierna, haciendo que caiga al suelo otra vez. Él se levanta más rápido y llega hasta el arma.
Estando él de pie, me apunta.
— Te dije que me respondieras. ¿Quien carajo eres? — antes de que vuelva a decir algo, con mi pierna hago que caiga contra el suelo, otra vez, haciendo que suelte el arma y esta caiga un poco lejos.
Como puedo, corro hacia esta y finalmente, soy yo la del mando.
— ¡Hijo de puta! Quiero dispararte demasiado en este momento.
Sentándose, con su alter ego habla.
— ¿Y por qué no lo haces? ¿Miedo?
— No sabes de lo que hablas. Me voy a la mierda. Si veo que me sigues, te disparo y salgo corriendo. — ay, ¿déjà vú?. — Fue una estupidez al venir.
— ¡No, no! ¡Espera! — las pisadas se escuchan y otra vez, apunto con mi arma. — Entiende, quería defenderme.
— ¿Defenderte? Por favor, no tienes chance contra ellos. Con un arma no tendrías ventaja.
— ¿Los conoces?
— Escuché los disparos, te vi y estúpidamente vine a esta casa para hablar contigo.
— Entonces esto será fácil. — otra vez. Me quita el arma y se escucha un disparo. No impacta en mi cuerpo, impacta en el suelo.
Fue en ese momento donde supe que correr era la única opción. Salí de la casa y se escuchó otro disparo y luego se escucharon gritos. "¡Por allá! ¡Corrió hacia allá!" Escuché como gritaba. Gritaba para que me encontraran. Que hijo de puta.
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𝗗𝗜𝗘 𝗙𝗢𝗥 𝗬𝗢𝗨 || 𝘊𝘢𝘳𝘭 𝘎𝘳𝘪𝘮𝘦𝘴
RomanceCuando el mundo se fue a la mierda, yo si estaba feliz. Odiaba las personas, estaba agradecida que todos estuvieran muertos hasta que llegó él... y su estúpido sombrero de vaquero. Él era una de las personas que estaba agradecida con la vida, una de...