004

92 19 0
                                    

Las puertas se abren de golpe. Intento hacerme bolita en la esquina más lejana pero es en vano.

Un hombre se sube y me saca del brazo. Hay otro esperando parado. Me sacan del carro y debido a la cantidad de luz, me es difícil tener equilibrio lo que hace que flaquee y casi me caiga. Antes de tocar el suelo, el otro hombre agarra mi brazo derecho y me mantienen a pie.

— Camina. No hay tiempo.

La luz todavía me afecta y por lo que veo, me están llevando al mismo lugar donde mataron a los tres muchachos de ayer.

Es aquí donde reacciono. Comienzo a hacer fuerza contra los dos hombres pero completamente en es vano.

— ¡¿Donde está Theo?! ¡La mocosa esa está escapar!

— ¡No! ¡No! ¡Esperen hijos de puta! — grito a los dos hombres que me sostienen y cada que nos acercamos más, comienzo a reconocer caras de los que están parados como en un círculo. En uno de esos, está Carl.

Todavía tengo rencor. Y ahora todavía más.

— ¡Lunita! Calmada, mi niña. — la voz de Theo se hace escuchar. Volteo a ver su cuerpo y con su mano hace una señal. Al ver esa señal, los dos hombres que tenia en mi empujan la parte trasera de mis rodillas. Caigo al suelo, incada. Ellos presionan sobre mis hombros haciendo inútil mi intento de levantarme.

Otra vez, Theo hace una señal y esa significa que me dejen de presionar contra el suelo.

— Luna, pon tus manos en alto. — habla Theo. Tardo en reaccionar pero hago lo que me pide. — Bien. Sabes lo que esto significa, ¿cierto?

— Theo, no se de que- — bajé mis manos y eso fue un error. Al momento de bajarlas, la pistola de Theo suelta un disparo justo al lado de mi cuerpo, dejando un hueco en el suelo.

— ¡Manos arriba!

— Bien, bien.

— Créeme que no hubiera hecho esto, bueno, no contigo. Yo te dije que eras un caso especial ¿verdad?

Creo que estoy empezando a entender esto. ¿Fue por lo de anoche? ¿Lo de aceptar ser su mano derecha? Como dije, no confío absolutamente nada en nadie de aquí. Pero si me toca hacerlo solo para sobrevivir, pues creo que va a ser la opción más fácil.

— ¿Esto es por la decisión?

— ¡Exacto! Yo te dije, mi Luna es muy inteligente. Entonces, ¿aceptas?

No es una pregunta como para pensarlo mucho, así que asiento con mi cabeza.

Pasos se escuchan detrás de mi y luego siento algo en mi cabeza, en la parte trasera.

— Con palabras, bella.

— Si, me uniré a tu grupo y seré tu mano derecha.

Lo que tenía en mi cabeza se aleja, que muy probable era la punta de un arma pero recibo una patada demasiado fuerte en mi espalda, haciendo que caiga al suelo y mi cara se golpee contra el. Tan fuerte que creo que mi cachete está raspado.

— ¡¿Aceptas?! — no puedo responder. No es que no quiera, es que tengo el pie encima de mi espalda, me aprieta demasiado que no puedo respirar y responder. Lo quita por unos segundos y vuelve a hablar. — ¿Aceptas?

— S-Si. — como puedo intento agarrar aire después de responder la pregunta.

— Okay, pequeña lunita. — pronuncia en español. — Espero hayas entendido, que esto va a ser así. Y, mejor ejemplo no hay que lo que hayas visto ayer. Así que confío que entiendes las reglas. ¡Nos fuimos!

𝗗𝗜𝗘 𝗙𝗢𝗥 𝗬𝗢𝗨 || 𝘊𝘢𝘳𝘭 𝘎𝘳𝘪𝘮𝘦𝘴 Where stories live. Discover now