Escarlata

Capítulo 4

Chico de Ojos de Hielo

Pasan unos cortos segundos donde Sabina y yo tardamos en componerse en su totalidad bajo la atenta mirada de los nuevos visitantes en la mesa.

Sabina toma la botella de agua de Armin para poder calmar su tos causada por la impresión de las visitas en medio de nuestro ataque de risa y por estar comiendo a la vez las uvas.

Yo por mi parte intento tranquilizar mi respiración por segunda vez en el día y trato de reponerme de la sorpresa causada por la voz masculina.

一¡Chicos!一 Dice Armin con emoción en la voz, se levanta a saludarlos. 一Cuando Tupper me dijo que hizo el intercambio no espere que estuvieran todos aquí en Indiana, vaya sorpresa que han dado con su llegada a la universidad y sin avisarme.

¿Se conocen? ¿amigos de Armin?

Escucho a Armin hablar con los chicos alegremente como si se conocieran hace años, volteo a ver a mi amiga que está igual o más sorprendida que yo ya que Armin no es muy sociable que se diga, solo es nuestro amigo, todos en la universidad tienen dos opiniones sobre él- que es gay pero muy sexy con su aura de oscuridad lo cual es una absoluta mentira- el podrá aparentar ser todo lo malo que quiera pero en realidad es un amor de persona y un hombre encantador, la segunda opinión es que 一está casado en secreto y tiene hijos y todo一 lo cual cuando nos enteramos de ese rumor en el baño de las chicas Sabina y yo lo que hicimos fue burlarnos de las ocurrencia de la mayoría de la población estudiantil del campus.

Para tener una mejor vista del grupo de chicos con el que habla Armin me ruedo sobre su asiento para quedar más cerca de Armin y matar la poquita y simple pulga llamada curiosidad.

一¿Quiénes son ellos?一Digo bajo solo para ella y para mí.

一No lo sé, creo que son unos amigos muy íntimos de Ari por como hablan y la confianza en demostrarlo en medio de la atenta mirada del campus.一 Dice casi inaudible para los demás pero suficiente para mí.

¡Así los tendría muy escondido Armin que ni Sabina sabe de sus existencias!

一¿Son de Alemania?

ーNo lo sé, pero sí sé que cada uno está para chuparse los dedos.一 Ve de reojo a los chicos.

一¡Sabina!

Pero tiene razón.

一¡¿Qué?! Mira que para eso son los ojos de una mujer, para comerse con la mirada a los chicos que valgan la pena.

Me rio de sus ocurrencia, porque aunque no lo crean ella tiene también un poco de locura, creo que es por eso que llevamos muchos años siendo amigas, nueve años que tengo conociéndola y sé que tanto como tiene de locura también tiene de cordura, digamos un poco más que la que yo he tenido en mis veintiún años de mi vida.

一Hay para todo los gustos, desde un moreno hasta un rubio ardiente ¡mi madre! ¿Dónde tenía escondido a estos chicos Armin? porque si yo los hubiera conocido o visto alguna vez de mi vida créeme que no los olvidaría por nada en el mundo.

Me hago la misma pregunta querida amiga.

Me río de sus palabras y la forma en que ve lascivamente a los chicos. Ella se une a mis risas como si compartiéramos el chiste más grande del mundo, seguimos hablando entre chistes y uno que otro pensamiento pecaminoso de parte de Sabina con el chico moreno.

一Dios bendiga a la mujer que dio vida a tal monumento de hombre一Susurra Sabina mientras se muerde el labio mientras le echa la mirada número diez.

一¿Chicas?一 Interrumpe Armin nuestra serie de comentarios subidos de tono.