𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏. 狐

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ㅤㅤLas voces del grupo resuenan en el vasto espacio, una fila de infantes que camina con cuidado, formados en parejas que se ordenan paralelamente. Avanzan lentos, casi parecen pequeñas crías de patos siguiendo a su madre, la profesora de turno encargada de guiarlos a la falda de la montaña que decora la región de Yufuin.

ㅤㅤLa mujer sostiene la mano del único niño que va sin pareja, se encuentra desafortunado ante el hecho de que su hermana menor ha enfermado y no ha podido ser partícipe del viaje.

ㅤㅤAhora el niño solo sigue al grupo en silencio, sin tener oportunidad de enterarse de las charlas infantiles que comparten sus compañeros. Como todos los demás, él observa los alrededores con fascinación mientras las cigarras cantan con el calor del verano. La brisa ligeramente fría ofrece una caricia a la mejilla del pequeño, quien es soltado por su maestra para que ella pueda pararse frente al grupo, deteniéndoles el paso.

ㅤㅤ—¡Hemos llegado al bosque de Yufuin! Recuerden no soltar a su compañero, ¿de acuerdo? La prueba de valentía está por comenzar —dice—. Pero antes de que iniciemos, ¿por qué no les cuento un poco sobre la historia de éste bosque? —Y tomó asiento sobre las escaleras que dan entrada al monte.

ㅤㅤLa apariencia que presencian los niños es imponente, el Torii antiguo que decora y cede bienvenida es tan grande que, incluso para la mujer adulta, es enorme a comparación. Los niños también se sientan sobre las escaleras, rodeando a su líder. El niño sin pareja no haya un lugar cercano a tiempo, por lo que acaba posado a espaldas de otros niños.

ㅤㅤ—Los habitantes de éste pueblo cuentan que éste bosque es habitado por un Kitsune.

ㅤㅤLos niños exclaman de fascinación.

ㅤㅤ—Sin embargo, los ancianos me contaron un secreto: el Kitsune  que vive aquí es malvado. Dice la leyenda que, hace cinco años, una mujer entró sola al bosque, pero jamás volvió porque se atrevió a desafiar al gran zorro.

ㅤㅤUna de las niñas arruga la manga de su compañero, aferrándose a él con miedo.

ㅤㅤ—¡Pero no teman! También dicen que si vas en grupo, no te sucederá nada —agrega la mujer, casi riendo—, así que, por favor, no se suelten y no olviden agarrar bien sus lámparas. ¿De acuerdo?

ㅤㅤLos niños asienten en sincronía, volviendo a sus filas, incluyendo al pequeño que vuelve a tomar la mano de su tutora. Entonces, la prueba de valentía finalmente comienza, con la cuesta del atardecer dándoles una vista por demás asombrosa.

ㅤㅤLa densidad del bosque respira sobre las nucas de todos; en algún punto, la oscuridad ha envuelto su entorno tan pronto las nubes que avecinan la llegada de una tormenta, cubren los cielos. Pero nadie del grupo puede saberlo. Las copas de los árboles ocultan la visión colectiva, y solo el sonido de un trueno es capaz de hacerlos esprintar del susto.

ㅤㅤLa profesora no sabe en qué punto ha soltado la mano del niño sin pareja, solo sabe que debe contener a la niña miedosa que se ha alterado con el estruendoso ruido, y que está al borde de generar un pánico colectivo. El susto la ha hecho soltar su pequeña linterna de mano, y el solitario niño se ofrece en su búsqueda, sin ser tomado en cuenta demasiado por los adultos que tienen asuntos más importantes que atender en ese momento.

ㅤㅤÉl, tan servicial como siempre se le ha pedido ser, avanza hacia otra dirección sin que nadie más le observe, en búsqueda de alguna luz inmóvil que provenga del suelo, mientras busca con su propia linterna.

ㅤㅤOtro trueno resuena, como si les advirtiera que están tardándose en concluir la prueba, y la profesora decide tomar la decisión correcta, retirarse.

𝗟𝗮 𝗠𝗲𝗹𝗮𝗻𝗰𝗼𝗹í𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗭𝗼𝗿𝗿𝗼 ▕ 𝙏𝙖𝙣𝙈𝙪𝙞 [ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora