𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟗. 塞

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ㅤㅤEl amanecer está por tener lugar. Leves rayos de luz contornean la silueta de la montaña de Yufuin mientras las aves comienzan a cantar. Son estos indicios los que cada mañana le recuerdan a Muichiro que este es otro día más lleno de aburrimiento, o eso es lo que piensa, cuando una voz familiar produce eco entre los troncos.

ㅤㅤ—¡Muichiro!

ㅤㅤLas orejas del zorro suben antes de que su mirada se eleve sobre la copa de los árboles, reconociendo ese timbre tan particular. No puede ser verdad, se supone que iba a marcharse, ¿no es así?

ㅤㅤSin llegar a razonarlo del todo, simplemente se acerca hasta el origen del sonido, divisando a la distancia a un humano agitado, sosteniendo una bolsa de papel.

ㅤㅤ—¡Ah, sí me escuchaste! Gracias al cielo... —Posa una mano sobre la rodilla mientras la otra sostiene el obsequio contra su pecho, era Tanjiro.

ㅤㅤ—¿Qué haces aquí? ¿No te ibas hoy?

ㅤㅤ—¡Lo haré! Mi autobús se va en treinta minutos. Pero quería entregarte esto, ya sabes, para que la espera sea más amena —Toma aire entre cada frase, mientras le ofrece la bolsa.

ㅤㅤCuando es recibida, se divisa el interior. La bolsa está llena de dulces, especialmente de Milkys.

ㅤㅤ—No te los acabes de una sentada, ¿de acuerdo? Deben durarte lo más que puedan. Haz que gastar lo que quedaba en mi billetera valga la pena.

ㅤㅤ—Esto...

ㅤㅤ—Solo venía a eso, te prometo que te traeré más cosas la próxima vez —Tanjiro le sonríe, y luego de reincorporarse adecuadamente, toma dos pasos hacia atrás—. Ya me voy, por favor cuídate, ya sabes, de los otros como yo —ríe.

ㅤㅤMuichiro no puede contestar, sigue sorprendido por el obsequio, así como por su reaparición. Lo único que indica que está feliz es su ondeante cola, tan delatora como su expresión misma mientras conecta con la mirada borgoña. Recibe una reverencia de despedida antes de que Tanjiro se dé la vuelta y vuelva a correr, como si venir a este bosque hubiese sido una decisión posiblemente inapropiada.

ㅤㅤ—¡Por cierto, no tocaré las cadenas que puso tu hermano, lo juro!

ㅤㅤ«¿Cadenas?» Muichiro no puede detenerse a preguntarle al ser lo último que escucha antes de perderlo de vista, tampoco tiene tiempo de agradecerle, simplemente se queda con las palabras sobre la punta de la lengua. No piensa detenerlo pero, discretamente le sigue desde las copas de los árboles hasta acercarse a la salida. Es cierto, el Torii que decora la entrada al bosque está ahora encadenado. Aunque pareciese más un acto simbólico en sí mismo, pues fácilmente se puede rodear al gran arco rojo y evadir dicha prohibición, cosa que aparentemente hizo Tanjiro para venir aquí.

ㅤㅤEl zorro desciende y se acerca a los límites del bosque con intenciones de observar mejor, pero, dos pasos que distan a la forma de caminar de Tanjiro resuenan del otro lado. Hay algo, alguien escondiéndose tras alguna de las casas que rodean el límite. El Kitsune desaparece hacia el interior del bosque como respuesta automática, mientras piensa que esto... Esta cadena la puso alguien más.

ㅤㅤ—Por fin se fue.

ㅤㅤMuichiro se sobresalta con esta nueva voz sonando a su espalda, misma que lo saca de su propio tren de pensamiento. Cuando se da la vuelta, afronta un par de ojos rojos.

ㅤㅤ—Ese tipo me asqueaba —agrega Yuichiro—. Bueno, ahora solo queda que entiendas lo mucho que él te ha visto la cara.

ㅤㅤ—Solo hablamos por dos semanas, lo haces sonar como si se hubiese aprovechado de mí.

𝗟𝗮 𝗠𝗲𝗹𝗮𝗻𝗰𝗼𝗹í𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗭𝗼𝗿𝗿𝗼 ▕ 𝙏𝙖𝙣𝙈𝙪𝙞 [ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora