𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟔. 独

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ㅤㅤLos días en los que el visitante matutino era tratado con hostilidad por cierta entidad estaban quedando atrás, pues, las jugarretas continúan, sí, pero la interacción entre ambas partes ha comenzado a tener ligeros cambios.

ㅤㅤTanjiro ha dejado de mostrarse reacio a los trucos de escondite que improvisa el zorro cuando se tienta a desorientarlo, en cambio, sigue su juego y trata de adivinar dónde es que se encontrará esta vez. En una mañana como hoy, se pregunta si serán los árboles, los arbustos, las rocas, o los muros del santuario los que refugiarán al espíritu de su vista.

ㅤㅤBusca con la mirada en distintos lugares, tratando de permanecer atento a los ruidos anormales que la naturaleza pudiese dejar escapar, cuando entonces:

ㅤㅤ—¡Bú! —exclama el Kitsune, apareciendo espontáneamente tras la espalda de Tanjiro.

ㅤㅤ—¡Ah! —La impresión lo hace tambalear, sintiendo las piernas fallarle cuando trata de girarse, sin éxito, cayendo sobre el pastizal por la impresión.

ㅤㅤKon ríe sonoramente, emitiendo éste sonido tan característico que siempre llama la atención ajena—: Lo sabía, sigues siendo fácil de asustar. Por cierto... —Se inclina más hacia él, olfateando el aire que le rodea—. ¿Qué es eso? ¿Será...?

ㅤㅤ—Sí, volví a traer arroz.

ㅤㅤ—Excelente elección.

ㅤㅤEl espíritu se acerca hasta él, extendiéndole la mano como una invitación para levantarse, y cuando Tanjiro está a punto de tomarla, la oferta le es arrebatada apresuradamente.

ㅤㅤ—No, no, no, sin tocar —dijo mientras sonrió con malicia, apartándose de su frente con una actitud juguetona.

ㅤㅤTanjiro solo suspiró y soltó una leve risa—: Cierto, cierto, me tomaste con la guardia baja. Perdón.

ㅤㅤEsta respuesta tan tranquila es en cambio, la que toma por sorpresa al espíritu, hace que molestarlo de manera tan confianzuda le agrade aún más, pues reír con él está dándole este sentimiento que no sabe exactamente cómo explicar, solo sabe que desea un poco más de él.

ㅤㅤ—Esta vez traje comida para dos, desayuné poco para comer contigo.

ㅤㅤTras largas reflexiones esa mañana, Tanjiro pensó que iba a ser aburrido mantener la misma dinámica. Pese al peligro que pueda representar el confiar así, existe una sensación jovial proviniendo del zorro, como si ahora buscase la paz en contraste con sus jugarretas inmaduras. Es por ello que siente el deseo de compartir más las actividades con él, no ser un mero espectador.

ㅤㅤ—Oh, y traje otra cosa que puede ayudarte a comer mejor—agrega—, veo que los palillos te fueron difíciles —De su mochila saca dos cajas de almuerzo, y de una un tenedor.

ㅤㅤDesde aquel día en el santuario, él ha tratado de enseñarle el uso de los palillos, por mera cortesía más que otra cosa, y con ello, Tanjiro se dio cuenta de lo difícil que es enseñarle éste tipo de cotidianidades a alguien adulto. Kon inclinó la cabeza por la izquierda y tomó el cubierto, lo olió por mera curiosidad, y lo sostuvo de un extremo sin comprender su forma.

ㅤㅤ—¿Ves esos picos? Puedes encajarlos en la comida, así te es más fácil, ¿no? —Tanjiro sugiere.

ㅤㅤEl Kitsune sigue observando el cubierto con confusión, y como ayuda, su acompañante hace pequeños gestos con las manos que le indican cómo se debe usar en la comida. Las cosas funcionan para el zorro cuando le imita, no de la manera más adecuada, pero está manejándolo mejor que con los palillos.

𝗟𝗮 𝗠𝗲𝗹𝗮𝗻𝗰𝗼𝗹í𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗭𝗼𝗿𝗿𝗼 ▕ 𝙏𝙖𝙣𝙈𝙪𝙞 [ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora