𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟓. 慕

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ㅤㅤLa sonrisa es imposible de contener. La mochila está llena de dulces mientras camina casi a brincos animosos en contraste al denso, deprimente bosque. Casi como si fuese un adolescente viviendo su primer noviazgo, Tanjiro se siente joven, bañado en júbilo.

ㅤㅤLa última noche estuvo llena de emociones, y cuando regresó a su estancia, la casera le recibió con risas traviesas mientras observó su rostro. «Parece que te divertiste.» Canturreó la mujer, mientras Tanjiro se limpiaba el rostro con vergüenza, dándose cuenta que el rojo había terminado hasta su cuello. Siquiera sabe en qué Momento Muichiro le besó tanto, o más bien, hasta qué lugares le enseñó a besar sin querer.

ㅤㅤY mientras menea los dedos dentro de los bolsillos de su pantalón, la voz a la que tan acostumbrado está a escuchar, está por sonar tan encantadora como el silbido de las aves que le acompañan por la espalda.

ㅤㅤ—¡Tanjiro!

ㅤㅤLa estela impetuosa vuela como el viento hasta él, solo para taclearlo y aprisionar al hombre con brazos y piernas. Tanjiro no sabe en qué momento su cuerpo tocó el suelo, solo recibe el rostro de Muichiro frente a él, observándole con esas pupilas negras y enormes que, puede asegurar, jamás habían estado así de dilatadas hasta ahora. Sin tiempo a decir palabra, el zorro simplemente continúa:

ㅤㅤ—¡Te estaba esperando! Lo siento por hacer que te quedaras tan tarde anoche, ¿llegaste con bien a tu morada? Te ves completo, supongo que sí —Dice mientras observa su piel, sintiendo a las palabras salir más rápido que sus pensamientos y a su cola revolotear—. Como sea, ¿sabes? Anoche me di cuenta de algo muy importante, quería mostrártelo y...

ㅤㅤTanjiro solo le observa con una sonrisa, sin reflexionar del todo lo que está pasando. Ríe antes de despejarse el rostro del cabello de Muichiro para poder observarlo mejor, y entonces Muichiro se detiene en este acto de frenetismo.

ㅤㅤ—¿Qué pasa? —Tanjiro huele extrañeza repentina en el aire.

ㅤㅤ—... Te estoy tocando —Muichiro musita, percatándose de lo revolucionario que estaba siendo poderse tocar ahora. Se supone que ya lo había procesado la noche anterior, o eso creyó. La mirada turquesa conoce al borgoña de los ojos de Tanjiro, solo para redirigirse a la carnosidad de sus labios—. Son durazno.

ㅤㅤ—¿Eh?

ㅤㅤLa confusión de Tanjiro es arrebatada cuando el zorro cede ante el impulso de besarle, presionando con firmeza sus labios hasta saciarse—: Ahora son rojos otra vez.

ㅤㅤTanjiro vuelve a reír, hay algo en el salvajismo de este ser que le parece sumamente encantador. Es como si el Kitsune experimentase el amor a través de su piel, y se lo permitirá, quiere que disfrute de esta nueva etapa tanto como él lo hace mirándolo.

ㅤㅤ—¿Satisfecho? Me gusta que me sujetes, pero estoy un poquito incómodo... —Hay algo duro clavándose contra su pecho, dándose cuenta que la pasta de un libro se asoma por debajo del yukata de Muichiro.

ㅤㅤ—Oh, sí, lo siento, olvidé esto —El zorro por fin lo libera, y Tanjiro se reincorpora, sacudiendo su cabeza de hojas secas que hace un momento amortiguaron su caída. El ritual de siempre comienza entonces. Para el momento en el que la manta ya está completamente extendida en el suelo, Muichiro ya se ha sentado sobre sus propias piernas para sacar de su pecho el libro antiguo de pasta dura—. Escucha, anoche me di cuenta de más cosas sobre el poema que vimos la última vez. ¡El de la muñeca! ¿Recuerdas? Mira, aquí, en este verso dice...

𝗟𝗮 𝗠𝗲𝗹𝗮𝗻𝗰𝗼𝗹í𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗭𝗼𝗿𝗿𝗼 ▕ 𝙏𝙖𝙣𝙈𝙪𝙞 [ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora