Capítulo 6

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Primer Acto || Parte Seis

"La hora del té"


Peter había accedido a sentarse en una roca para poder vigilar los movimientos de la chica, obviamente su sonrisa burlona no podía abandonar su rostro.

—Escucha niña, te voy a explicar las reglas de este lugar—la punta con su semblante serio—. Uno, obedecer a Pan. Dos, obedecer a Pan sin quejas y tres, venerar a Pan—sonríe con superioridad, la cual se borra al escuchar la carcajada de la chica.

—Ahora veo una similitud entre el Peter Pan de los cuentos y tu, ambos son unos egocéntricos narcisistas. Me pregunto como lograste enamorar a Wendy—se lleva una mano debajo del mentón simulando pensar—. Hablando de Wendy, ¿qué es de ella?

—Eso a ti no te incumbe—se levanta enojado de su lugar.

—Uh, toque fibras sensibles. Lo siento no lo siento—aparece acostada en el aire frente a Pan—. No eres como te describen, ni siquiera eres pelirrojo—hace un puchero de decepción—. Eres un gran enigma Malcolm.

Peter logra tomarla por el cuello, su rostro demostraba su enojo, su cuerpo temblaba y su respiración era entre cortada.

—Estoy cansado de tus juegos estúpidos—la estampa contra un árbol sacándole un gemido de dolor—. Me vas a decir quién diablos eres y cómo es que sabes mi nombre—aprieta más su agarre, disfruta verla tratando de respirar. 

Rosalie como puede mueve su mano arrojando a Pan contra un árbol

—¡¿Planeabas matarme?!—pregunta molesta—. Vengo a salvarte y así es como me lo agradeces, mereces morirte—responde indignada.

—¿De qué hablas?

Peter Pan no era reconocido por su paciencia y aquella chica había llegado a su límite. La Hatter toma una roca lazándosela, este logra atraparla al aire, se percata que la chica había desaparecido de nuevo.

Rosalie caminaba por el bosque sobándose su cuello, se observa en un espejo percatándose que los dedos de Pan se marcaban en su cuello.

—Papá estará furioso—lloriquea—. Espero las marcas desaparezcan antes de regresar o jamás me dejará salir de nuevo.

Al escuchar unas risas y cantos decide guiarse por ellas, mueve algunas hojas que impedían su vista. Al mover las últimas hojas se percata que llego aun campamento. Muchos niños la miraban con curiosidad e intriga.

—Hola—saluda entusiasmada.

—¿Quién eres?—pregunta una chico apuntándola con su lanza.

La chica entrecierra los ojos inspeccionando cada rasgo de la cara del chico, al acordarse de quién se trataba aplaude emocionada.

—¡Tu eres Zorrillo!—corre hacia el chico envolviéndolo entre sus brazos—. Eres tan lindo—palmea unas cuantas beses su cabeza.

Los niños perdidos la miraban entre sorprendidos y asustados, mientras que Félix la miraba con duda y sorpresa.

La rubia realiza rápidamente un reconocimiento del lugar, al ver a unos gemelos grita emocionada corriendo en su dirección, los atrae a ella en un abrazo donde besas sus frentes.

—Ustedes son los mapaches mellizos—acaricia su rostro contra las mejillas de los niños.

Realiza un puchero cuando se da cuenta que nadie utilizaba ropa de animales como en los cuentos, pero aquello no la desilusionó mucho ya que ese sería un detalle que destacaría en su propia versión del cuento.

Una vez más || Peter PanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora