Capítulo 4

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Primer Acto || Parte Cuatro

"Miedo"


La familia Hatter-Addams se encontraba reunida en la sala de su gran casa, George sostenía la mano de su nieta que no dejaba de moverse en su lugar, estaba inquieta y ansiosa por lo que dirían sus padres. 

—¿A qué se debe la reunión?—Jefferson pregunta rompiendo el silencio. 

—Rosalie ha recibido su primera misión—responde el narrador.

—¿En serio?—pregunta Elise emocionada, al ver a su hija asentir con la cabeza se levanta rápidamente de su lugar a abrasarla—. Estoy tan feliz mi niña, podrás empezar a cumplir tu sueño—besa la mejilla de su hija en un beso tronado—. Cuéntanos más cariño—pide regresando a lado de su esposo. 

—Supongo que comenzarás con alguien de aquí, ¿no? La mayor parte de personajes residimos en Storybrooke—Jefferson mira con una sonrisa a su hija, se sentía orgulloso de ella. 

La menor de los Hatter mira a su abuelo pidiendo su ayuda. 

—Lamentablemente no será así Jefferson, su primera misión será fuera de Storybrooke.

—¿Fuera?—susurra un poco asustado.

—¿A dónde fue asignada papá?—Elise pregunta tomando la mano de su esposo entre las suyas tratando de darle consuelo. 

—Neverland.

Jefferson se levanta bruscamente de su lugar.

—¿Nunca jamás? Absolutamente no, lo tienes prohibido.

—Papá—Rosalie se levanta tomando sus manos—. Todos sabíamos que este día llegaría, en algún momento dejaría Storybrooke para cumplir mi misión.

—¡Pero no ahora, no ahora que estamos todos reunidos!—levanta la voz alejándose de su hija—. No dejaré que te vayas, no te irás—sus ojos se cristalizan.

—No es algo que tu puedas decidir Jefferson, es su destino. 

—¡¿Su destino?!—se acerca enojado al mayor—. ¡Tú fuiste quien la metió en esto, tú decidiste su destino!

—Su destino fue marcado en cuanto tú y mi hija se casaron, ambos sabían que engendrarían a la nueva narradora. 

—¡Al diablo con el destino! ¡¿Quién demonios lo cumple?!—arroja la mesa de centro. 

Grace envuelve el cuerpo de su hermana entre sus brazos, la rubia no paraba de llorar.

—Suficiente—Elise lo toma fuertemente de los brazos—. Mira a tus hijas, las estas asustando. 

Jefferson se asusta al escuchar las palabras de su esposa, al girar y ver a sus hijas su mirada se llena de terror.

—Kitty, Grace...—trata de acercarse a ellas, Grace retrocede junto a su hermana—. Niñas...

Grace se lleva a Rosalie, se encierran en la habitación de la segunda.

—Esta bien hermana, déjalo salir todo—la castaña consola a la rubia. 

—Papá parecía feliz el día que fui nombrada narradora, desde niña siempre pareció encantado con la idea. 

—Papá esta preocupado, estuvo alejado de una de sus hijas por años—limpia las lagrimas de la contraría—. No quiere perderte.

Una vez más || Peter PanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora