Una vez más || Peter Pan

Capítulo 1

Primer Acto || Parte Uno

"La nueva narradora"

Jefferson caminaba de un lado a otro buscando todo lo que ocuparía para el cumpleaños número 15 de su hija menor, Rosalie. Era un día especial ya que heredaría el legado de su abuelo, así como despertar el don otorgado a su bisabuelo tiempo atrás. 

—Vamos Elise, nuestra Kitty esta por despertar—menciona el sombrerero acomodando la mesa.

—Tranquilo cariño, todo esta listo—toma a su esposo por los hombros, le pide que respire con ella—. ¿Mejor?

—Mejor—besa su frente—. Siento alterarme, solo quiero que sea un día inolvidable para mi pequeña. 

—Lo sé y se que llevas esperando este día por mucho tiempo—acaricia su mejilla cariñosamente—. Solo espera un poco más, Grace volverá a nuestro lado. 

La sonrisa de Jefferson desapareció, él anhelaba tener a su hija mayor a su lado de nuevo, pero no le gustaba que creyeran que aquel día tan esperado para su pequeña Kitty lo relacionaran con el regresar de Grace. Sentía que las personas creían que solo la tuvo para ello, cuando en realidad no era así.

—Hoy es el día de Rose, no menciones a Grace—menciona entre dientes.

—Lo siento—la mujer lo mira apenada.

El sombrerero suspira pesadamente, toma el rostro de su esposa entre sus manos y la besa. 

—¡Es hoy, es hoy!

Los pasos apresurados de una chica se escuchan por toda la casa, los adultos se separan del beso y reciben con los brazos abiertos a su hija. 

—Feliz cumpleaños—la mujer besa cariñosamente la frente de la muchacha.

—¿Lista para nuestra fiesta de té?—Jefferson acaricia el cabello de la castaña.

—¡Vamos, vamos!—toma las manos de sus padres emocionada, los dirige a la cocina. 

—¡Ya estoy aquí!—grita alguien llegando apresuradamente a la cocina, se toma unos momentos para recuperar el aire—. Feliz cumpleaños—abraza a la cumpleañera.

—Llegas justo a tiempo abuelo, siéntate a mi lado—le sonríe.

Después de terminar el gran festín que realizaron y partir el pastel, el momento esperado por todos llegó. 

Jefferson fue el primero en entregarle su presente, dentro de una pequeña caja se encontraba un bolso de cuentas redondo de color morado, aquel bolso era especial.

—Escucha, este bolso pertenece al país de las maravillas, es lo único que me quedo de ahí además de mi sombrero.

—¿Es mágico?—pregunta con curiosidad la muchacha. 

—Así es, pero solo tu puedes regresarle aquella magia—toma las manos de su hija y las pone sobre el objeto—. Tiene un hechizo de extensión.

—Gracias papá, es un magnifico regalo—abraza al hombre por el cuello. 

Jefferson refuerza el abrazo, acariciando y besando la cabeza de la chica.

—Mi turno—menciona Elice emocionada—. Toma pequeña Kitty—le entrega una caja mediana, dentro de ella se encontraba un reloj de bolsillo el cual de igual modo tenía la rosa de los vientos y un hermoso relicario, el cual portaba la foto de su familia y del otro lado era para que coloque una foto.—. Recuérdalo pequeña, el tiempo corre diferente en cada reino, con esto siempre sabrás regresar a casa.

Rosalie admira el regalo de su madre, el reloj era antiguo, pero estaba bien cuidado. Besa la mejilla de su madre antes de abrasarla. Después se gira a ver a su abuelo, sus ojos brillaban con emoción. 

El señor Addams coloca un libro sobre la mesa, coloca su mano sobre este dejando fluir su magia. 

—Yo, George Addams, el narrador de los cuentos de hadas. Le entrego mi legado aquí y ahora a mi sucesora, Rosalie Hatter—retira su mano lentamente. una pequeña nube apareció encima del libro revelando una pequeña llave, George le indica a su nieta que la tome—. Ábrelo—señala la cerradura. 

La Hatter coloca la llave en la cerradura haciéndola girar. El libro revela una hoja en blanco, donde se lograba ver como se escribían una palabras en una perfecta caligrafía color dorada.

"Bienvenida a el mundo de los cuentos de hadas"

Una hermosa pluma dorada apareció flotando encima del libro.

—Debes firmar, solo coloca tu nombre y serás la nueva narradora—el mayor mira con una gran sonrisa a la menor, estaba orgulloso de su pequeña.

La chica toma la pluma y con toda la confianza del mundo firma, una pequeña luz blanca sale del libro y se coloca enfrente del cuello de Rosalie, relevando después de unos segundos como una llave colgaba de su cuello. 

—Ahora el mundo de los cuentos de hadas esta en tus manos—George toma la mano de su nieta—. Nunca olvides que puedes recurrir a mi para resolver cualquier duda. 

—Gracias abuelo—se lanza a los brazos del mayor, unas cuantas lagrimas resbalaban por sus mejillas. 

—Estoy orgulloso de ti Kitty, dejo en buenas manos mi legado. 

El narrador paso la mayor parte del día explicándole a Rosalie como usar el libro, este mostraba el árbol genealógico de cada personaje, sus historias, sus retratos, además de contar con unos mapas y datos referente a cada reino o lugar de los cuentos. 

—Henry se esta encargando de la salvadora, eso significa que debes comenzar con tu labor—menciona George mirando a la pelinegra—. Cuando sea el momento, el libro te mostrará que historia necesita de tu ayuda. Por lo mientras podríamos practicar como aparecer y desaparecer al igual que tu bisabuelo Cheshire.   

—¡Si!