CAPÍTULO 4: "Gol"

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Septiembre, 2015
Una pantalla

- ¡Millie! -Lando no quita los ojos de la pantalla- ¡Millie! ¡Ven pronto!

- ¡NO PUEDO! -Grita desde la otra habitación-Estoy en videollamada con las chicas.

- ¡Dejen de gritar ambos! -Pide Cisca.

Los gritos de los tres Norris resuenan por toda la casa.

-Voy a ver qué le pasa a Lando antes de que nos maten a ambos por levantar la voz-sonríe Millie-¿Podemos hablar en otra ocasión?

-Ve tranquila-Sarita estaba organizando sus siguientes lecturas-Gab ¿Podés quedarte en videollamada? Quiero repasar la última unidad antes de que me estrese más de lo que ya estoy.

-Si, me quedo-La maraña de rulos de Gabrielle estaba delante de toda la pantalla-Ve tranquila, Mills, cuando estemos libres, te escribo para organizar otra reunión. Dale un abrazo a Landito de nuestra parte.

-Lo haré. Las amo. ¡Hasta pronto!

- ¡Te amamos!

Cortó la llamada y se sentía de buen humor. Se puso un buso celeste y se dirigió a la habitación de su hermano. Sintió la hinchada y supo que estaba jugando un partido de fútbol.

- ¡Hermanita! ¡Viniste a ayudar! -Lando apretaba los botones del mando y generaba distintas combinaciones.

-Gabrielle y Sarita te han enviado un saludo. Espero que estés muriendo porque he colgado con ellas-Se afirmó en el marco de la puerta.

-Si, necesito ir por provisiones y al baño y Leclerc no me deja poner en pausa la partida.

-No seas tan llorón. Vamos, juega.

Ella sintió un baldazo de agua helada pero no supo si fue el nombre de Leclerc en la boca de Lando o la voz del monegasco.

- ¿No estás haciendo stream?-Se aclaró la garganta.

-No, Albon y Russell están ocupados y somos solo nosotros. Juega por mí, por favor-Puso ojitos de borrego. No le resultaba difícil por su rostro aniñado.

-Si, Lando. Va a ser divertido vencer a dos Norris en la misma tarde.

-Dame eso-Millie se levantó el cabello en un moño alto y tomó el joystick de las manos de su mellizo.

-Gracias, gracias-Dijo este desapareciendo por la puerta.
En la pantalla, un empate de 1 a 1 entre el Liverpool y AS de Mónaco hizo reír a Millie, su hermano era pésimo jugando partidos de fútbol y ni hablar de Charles. Estaba segura que había seleccionado ese equipo porque era el único que conocía al final de cuentas.

-Son malísimos ¡DIOS! -Gritó la rubia pero al parecer Lando no la escuchó.

-No creo que yo sea malo, pero te creo que conmigo llames a Dios. -Bromeó Charles.

-Cállate y juega-Blanqueó los ojos. Le dio una pequeña ventaja para hacerlo sentir confiado. No sabía con quién estaba tratando.

Millie tenía pasión por el fútbol. Estando en Argentina, había descubierto al Club Atlético Boca Juniors mientras estaba en un bar con sus amigas. Recordaba que un grupo de chicos de al menos unos veintiséis años contemplaban el televisor y comentaban animados, a la británica le fascinaron las jugadas y la reacción de los hinchas ante estas. Algo a lo que Gabrielle comentó que era un amistoso y no tenía sentido tanto festejo. Esto hizo que Sarita rompiera en una carcajada porque sabía que la rizada era fiel seguidora de River Plate.

ENCUENTRO COLATERAL | Carlos SainzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora