05 Se complica

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《MACAO》

Sus piernas se balanceaban como las de un niño pequeño y ahí me di cuenta de lo joven que era Tay a pesar de sus pintas, solo es un jovencito de 21 años que está aterrado, miraba con nervios la consulta, tomé su mano acariciando los nudillos, necesito demostrarle que estoy con él, que no está solo en esto.

-Todo estará bien ¿si? - dije, él asintió mirando nuestro número.

No quiero que lo aborte.

Pero no quiero interferir en su decisión.

Mi estómago dió un revoltijo, tengo miedo, nervios y pena, es la semana 11, estamos al límite legal.

-Tay Nititorn - llamó el doctor, él se puso de pie y avanzó hasta el cuartito - ¿Es tu pareja? para que te acompañe - dijo señalandome, la gente nos miraba algo raro, me puse de pie para entrar con él, si expresión indiferente pero con sus ojos tan heridos, se sentó siguiendo las órdenes del doctor en todo momento, mordí mis uñas con muchas ganas de llorar - Bien, como el tuyo es así como un caso algo especial, te daré pastillas y esperaras aquí, hasta que el embrión se desprenda, si no pasara tendremos que entrar quirófano - él asintió, el doctor le colocó las pastillas en la palma de la mano y se levantó a llenar un vaso de agua, las manos de Tay temblaban, me miró con sus ojos aguados, el doctor volvió y él dejó de mirarme, evalué la sala para distraerme de todo, volví a mirarlo mientras él observaba con duda la pastilla y la encaminaba a sus labios, nuestros ojos se cruzaron y volví a mirar otra parte.

Un ruido estruendoso del cristal chocando con el suelo, me hizo girarme y verle, su mano temblaba y su cara estaba pálida y plagada de lágrimas, dejó las pastillas en la mesa cubriéndose el rostro.

-No puedo hacerlo - dijo - quiero pero no puedo - dijo mirando con culpa al doctor.

-No importa, entiendo perfectamente - dijo, Tay asintió y recogió algunos cristales, me agache a ayudarlo sintiéndome contento, tomó mi mano y me miró pidiéndome disculpas.

¿Por qué?

-Lo siento, lo siento, lo siento - dijo mientras salimos de la sala - Se que querías librar de mí, pero no puedo hacerlo... a penas consiga donde irme no sabrás más de mí - dijo limpiándose las lágrimas, su rostro tan lleno de seguridad y miedo a la vez.

-No, claro que no harás eso - dije sujetando su cintura acariciando suavemente - Estoy contigo, es mi hijo también ambos somos responsables de esto - dije abrazandolo, Tay besó mi mejilla escondiéndose en mi cuello, sollozó ahí - Ya, no llores mas bebé - dije, el más bajo se limpió la cara y caminó a mi lado hasta el auto, el viaje fue silencioso, exceptuando por la música de la radio, Tay miraba por la ventana.

Adiós fiestas, adiós alcohol, adiós sexo con quien sea.

-Gracias por todo Macao - murmuró y tomó mi mano sin mirarlo - hoy chupare hasta la última gota de tu polla en agradecimiento - dijo con gracia, reí y relamí mis labios.

-No estaría nada mal ¿sabes? llevamos dos semanas sin vernos y estos días no hemos hecho nada.

-Entonces a penas lleguemos a casa vamos a follar hasta que se me olvide lo que está pasando - dijo Tay dandome un apretón en la entrepierna, jadeé y seguí conduciendo, su teléfono empezó a vibrar.

-¿Bueno? - contestó, su rostro palideció un momento - No, no quiero, no iré - dijo tembloroso - Nunca se ha interesado en lo más mínimo en mi y ahora qué pasa eso, a él... ¿le importa? - dijo moviendo sus dedos de manera nerviosa - No quiero hablar ni con él, ni contigo, te necesite tanto en estos momentos y me botaste, eso solo me dejó claro algo... solo soy tu hijo cuando hago cosas buenas - dijo, colgó inspiró y se frotó la cara.

S E G E N 《MacaoTay 》 MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora