En este capítulo, discutiremos cómo realizar un auto-tratamiento de Reiki, una práctica esencial para todos los practicantes de Reiki. El auto-tratamiento es una forma de sanar y equilibrar nuestra propia energía, y puede ayudarnos a sentirnos más en paz, más centrados y más conectados con nosotros mismos.
Antes de comenzar el auto-tratamiento, es importante encontrar un lugar tranquilo y cómodo para sentarse o acostarse. Puede ser útil crear un ambiente relajante con música suave, velas o incienso, y asegurarse de que no se interrumpa durante la sesión. También es importante vestirse cómodamente y quitarse los zapatos para permitir que la energía fluya libremente.
El primer paso para el auto-tratamiento es establecer una intención clara. Esto puede ser simplemente decir en voz alta o en su mente: "Quiero sanar y equilibrar mi energía con Reiki". Esto ayuda a enfocar la energía y establecer un propósito claro para la sesión.
El siguiente paso es hacer una breve meditación para conectarse con la energía del Reiki. Esto puede ser tan simple como cerrar los ojos y tomar unas respiraciones profundas y lentas, visualizando una luz blanca o dorada que entra por la coronilla y fluye por todo el cuerpo. También puedes utilizar una técnica de respiración específica, como la respiración diafragmática, para ayudar a relajarte y enfocarte.
Una vez que te sientas conectado con la energía del Reiki, puedes comenzar el auto-tratamiento. Hay diferentes posiciones de manos que puedes usar, pero aquí te presentamos una técnica básica que puedes ajustar a tu gusto:
Coloca una mano en la coronilla y la otra en el tercer ojo (entre las cejas). Mantén las manos en estas posiciones durante unos minutos, visualizando la energía del Reiki que fluye a través de tus manos y entra en tu cuerpo.
Mueve tus manos hacia la base del cráneo y coloca una mano en la parte posterior del cuello y la otra en la parte superior de la columna vertebral. Mantén las manos en esta posición durante unos minutos, visualizando cómo la energía del Reiki fluye por la columna vertebral y se extiende por todo el cuerpo.
Coloca una mano en el pecho y la otra en el estómago. Mantén las manos en esta posición durante unos minutos, visualizando cómo la energía del Reiki fluye por todo el torso y llega a los órganos internos.
Coloca las manos en la parte superior de las piernas, justo encima de las rodillas. Mantén las manos en esta posición durante unos minutos, visualizando cómo la energía del Reiki fluye por las piernas y los pies.
Finalmente, coloca las manos en los pies durante unos minutos, visualizando cómo la energía del Reiki fluye por las piernas y los pies y sale del cuerpo por las plantas de los pies.
Puedes ajustar la duración de cada posición de manos según tus necesidades y preferencias. Al final del auto-tratamiento, es importante tomarse unos minutos para agradecer a la energía del Reiki y cerrar la sesión de manera adecuada.
Además de la técnica básica de auto-tratamiento descrita aquí, hay muchas otras posiciones