Capítulo Veinticinco

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— Te amo —Chaeyoung habló de forma cortada mientras sentía que la azabache hundía su rostro en el valle de sus pechos, besando ahí. Desde que vio las marcas que había dejado en su cuerpo no le volvió a chupar o morder, solo la besaba, lamía y acariciaba.

La mayor solo volvió a besarla ahí mismo, sonriendo, y se separó, viéndola. Solo movió un poco sus muslos para bajarle un poco para verla. Sonrió mientras se pegaba más a la pared y sostenía las manos de la menor, sonriendo.

— ¿Se siente bien? —La menor asintió al mismo tiempo que llevaba sus manos a la nuca contraria, enredando sus manos en el cuero de la otra, y rió. Tzuyu se movió lenta mientras Chaeyoung gemía más fuerte.

— Se siente mejor que la primera vez —Rió, pero volvió a gemir al sentir que Tzuyu sostuvo su rostro, haciéndola ver.

— ¿Se siente mejor que con Mina? —Chaeyoung la vio fijamente a los ojos, y asintió, acariciándola.

— Todo contigo se sentirá mejor...

La azabache relamió sus labios mientras sus labios volvían al cuello de la otra, besándola, pero rió. Volteó a verla mientras sostenía sus manos, poniéndolas en su corazón.

— Es porque... es porque te amo —Los ojos de la menor comenzaron a llenarse de agua al mismo tiempo que ella igual acunaba el rostro de Tzuyu, acariciando sus mejillas con sus pulgares—. Cuando haces algo con una persona que te ama, si-sientes que es, mejor que hacerlo con otra persona, y viceversa.

— Yo igual te amo, Tzuyu, tú fuiste la culpable de que me enamorara de ti en todos los aspectos—. La azabache solo comenzó a arquear sus cejas mientras sentía que sus ojos se llenaban de agua y la veía fijamente, sonriendo.

Sus manos comenzaron a acariciar sus hombros y en un pequeño movimiento estaban en la cama de nuevo. Tzuyu había vuelto a mover sus caderas de forma lenta, haciendo gemir a Chaeyoung mientras la veía fijamente y sonreía, relamía sus labios.

Definitivamente ambas eran las culpables de enamorarse en todos los aspectos posibles.

Porque Tzuyu amaba a tanto a Chaeyoung. Un gemido alto de la menor le indicó que esta había llegado al orgasmo, así que ella comenzó a moverse un poco más rápido para venirse ella también. En cuanto lo hizo, solo se separó de ella y se acostó a su lado, viéndola fijamente.

La azabache se acostó bajo pecho, pero viéndola sonriente. Los rasguños de su espalda no ardían para nada, no estaba agotada y mucho menos triste, pero al mismo tiempo quería llorar y dormir. No decidió por cuál.

Chaeyoung se ladeó para verla y la besó, pero la pelinegra tomó un paso y comenzó a entrometer su lengua en la cavidad bucal de la otra, comenzando a acariciarse. Solo se separaron y un rastro de saliva las unía.

Ambas tenían un gran sonrojo, pero solo rieron.

— ¿Entonces?

— Sólo me queda terminar con Mina y tú con Na-

— No, no somos nada más que amigas, nada sentimental —Chaeyoung buscó un rastro de mentira en sus ojos, acercándose más, así que sólo entrecerró sus ojos.

— ¿Segura?

— ¿Po-por qué? —Tragó saliva al recordar lo que había pasado el sábado. La vio a los ojos. Chaeyoung solo pensó en si decirle la verdad o no.

— Pues, no-no lo sé... —Todos los problemas que han tenido hasta ahora habían sido porque no habían hablado, así que la menor suspiró—. El sábado las escuché tener sexo.

Diet of Sex [ChaeTzu/Chaeyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora