Capítulo Dieciocho

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— ¡Una más, Chae! ¡Tú puedes! —Y cuando la menor hizo la última serie, la azabache saltó a ella y acarició su hombro, felicitándola—. Lo hiciste muy bien, tienes más resistencia que hace un mes. 

— Ba-bajé 4 kilos, con la dieta y el ejercicio, quiero seguir así —La otra le asintió mientras le pasaba una toalla para que retirara el sudor de su cuerpo, y sonrió cuando notó que la menor sonreía. 

Cuando la otra se levantó para verla a los ojos, Tzuyu apretó esas mejillas—. Pero siempre haré que comas algo para que sigas teniendo estas mejillas. 

Chaeyoung la miró con los ojos entrecerrados, simulando un gesto de furia—. No me hagas subir de peso, Chewy, ya ves que es difícil bajarlo —Levantó su barbilla para tomar agua y de repente la alta se sintió sedienta al ver nuevas gotas de sudor sobre su cuello y ver su garganta pasar el agua. 

Desvío su mirada al parque, notando que estaba una conocida rubia junto a unos niños frente a unos caballetes. 

— Mira, es Nayeli —Señaló mientras la otra torcía los ojos aprovechando que no había visto, y después vio dónde estaba señalando su amiga. La miró achicando un ojo. 

— ¿Quieres ir? —Y la azabache no respondió porque ya se encontraba caminando a la rubia que veía animada a los niños, y sus ojos brillaron más cuando vio a la azabache. 

Y Chaeyoung no evitó ponerse celosa al ver ese brillo por ambas chicas. 

Ella quería que Tzuyu fuera su amiga y sólo de ella, sin que nadie llegara y se la quitara de esa forma romántica. Ella quería a Tzuyu, pero sólo para ella y que ninguna chica llegara e hiciera que dejara de ponerle atención y ese cariño que siempre le mostraba la azabache a ella. Arrugó su nariz mientras torcía sus ojos y se apoyaba en el árbol, viendo a su amiga apretar sus puños y rascar su nuca mientras le hablaba. 

Suspiró y se resignó a escuchar. 

— ¡Sherlock! ¿Qué haces aquí? —La rubia tomó un niño para comenzar a acariciar sus hombros y reír nerviosa. 

— No te vayas a burlar, ¿Si? Es sólo que amo a los niños, la pintura y la lectura, así que organizo estas rondas para que los niños puedan expandir su imaginación y aprender algo más. 

Y era una chica perfecta. Chaeyoung veía el caballete y el lienzo de la rubia. Un cuadro perfecto, bien pintado, colores lindos. Torció sus ojos mientras su furiosa vista volvía a la otra, y notó cómo la otra sonrió fuerte. 

Cierto, a Tzuyu le gustaba la pintura y la lectura, así que arrugó su nariz y se acercó. 

— ¿Eres buena en todo o algo así? Me sorprende lo buena que eres en la pintura —La otra sólo sonrió tapando su rostro y Tzuyu tomó el brazo de su mejor amiga. 

— Hola Nayeon, está muy lindo tu cuadro. 

— Chae, ¿Quieren intentar pintar uno? 

Y al final volvieron a la casa con un lienzo cada una, Tzuyu con una sonrisa y una nieve, y Chaeyoung con un vaso con fruta, pero furiosa. Caminaba más rápido que la azabache, que sólo la miró curiosa mientras intentaba caminar a su lado a ese paso rápido. 

Chaeyoung no se entendía, pero al mismo tiempo sí. Sentía que los celos de mejores amigas eran así, de normales, pero en realidad no eran así. La menor después de llegar a su casa tiró el lienzo al bote de basura que tenía enfrente de su residencia y Tzuyu se aseguró de sacarlo para alcanzarla corriendo. 

— ¡Pero te quedó muy bonito! Chae, ya te dije que no era necesario que supieras del arte, ni fueras DaVinci para esa actividad, sólo era diversión... 

Diet of Sex [ChaeTzu/Chaeyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora