Renacer para casarse con un personaje de lámina como su Fulang.

Capítulo 43

Xu Wo ahuecó un pequeño sobre rojo, desenvolvió la cuerda del mismo y contó hasta sesenta y seis wens. Se trataba de un paquete rojo que le había dado su tía Chen. El banquete de bodas se había hecho de maravilla, y él debería haber recibido un paquete rojo por ser el cocinero principal, y se trataba de un complemento temporal, así que la familia Chen se lo dio generosamente.

En realidad, el dinero era poca cosa, pero lo que importaba era el reconocimiento que recibía.

Se recostó suavemente en su silla, no era de extrañar que Zhang Fangyuan hubiera accedido a la petición de la familia Chen de buenas a primeras. Sentía que aunque Zhang Fangyuan a veces parecía poco fiable y tenía muchos defectos menores, era más claro y previsor que él cuando se trataba de asuntos importantes.

Cuando regresó a su cama, el protagonista ya dormía. Era tarde y Tu Zi había arrastrado al novio a comer vino durante algunas horas. Si no hubiera sido por la madre de Chen, su primo no habría podido ir hoy a la cámara nupcial.

Xu He fue a engatusar al novio, le limpió el cuerpo y lo llevó a la cama. El grandullón pesaba la mitad cuando estaba borracho que cuando estaba despierto, así que ni siquiera podía ser arrastrado, pero dormía cuando estaba borracho y no vomitaba ni se volvía loco, de lo contrario no habría podido someterlo sin unos cuantos hombres fuertes.

Apagó la luz, fue a la cabecera de la cama y golpeó la pierna que descansaba en el borde de la cama, y el hombre dormido honestamente puso su pierna hacia atrás.

"Hermano Wo, vamos, yo lo sostengo".

Xu Wo oyó al hombre murmurar claramente, miró hacia abajo de cerca sobre sus ojos cerrados de nuevo, su pecho ardiendo un poco, extendió la mano para coger la de Zhang Fangyuan y se tumbó de lado en la cabaña crepuscular.

Al día siguiente los dos durmieron temprano por la mañana antes de levantarse y simplemente comer un poco de gachas de avena, el negocio de la familia Chen estaba hecho, y era hora de hacer algo honesto.

Al cabo de unos días, los nuevos cerdos que había comprado Zhang Fangyuan se habían agotado y tuvo que volver a comprarlos.

"En el banquete de la familia Chen, la familia Huang de la parte oriental del pueblo me pidió que fuera a ver el ganado en los próximos días. ¿Quieres ir allí conmigo?".

Los dos estaban desayunando, y Xu He tomó un sorbo de sus gachas, pues nunca había salido con Zhang Fangyuan a buscar ganado.

Zhang Fangyuan se rió y no dijo mucho. Después de comer, cerraron la puerta y salieron juntos.

Los dos no condujeron el carro de bueyes, sino que sólo trajeron las herramientas para sacrificar a los cerdos. Si era adecuado, no tardarían mucho en sacrificarlo y luego volver a conducir el carro para cargarlo, y el pueblo estaba a sólo unos pasos.

Cuando vio los cerdos del corral de la familia Huang, eran de buena calidad, con 200 gatitos, y Zhang Fang Yuan se conformó con ellos.

Desde finales de abril hasta principios de mayo, cuando se siembra el arroz por todo el pueblo, las familias con muchos campos piden ayuda, o algunos vecinos intercambian trabajos, un día en casa de Zhang y al siguiente en la de Li. No se paga dinero, pero la familia de acogida tiene que proporcionar tres comidas al día.

Además, los aldeanos que plantaban los semilleros de arroz también hacían un poi de cerdo blando y glutinoso con relleno de carne, que enviaban a los que trabajaban duro en el campo al mediodía o por la tarde para que se mimaran.

Naturalmente, el cerdo se vendía mejor de lo habitual en esos días.

La gente del pueblo que había recibido la noticia de que sus familias estaban plantando plantones de arroz se acercaba a comprar carne de cerdo fresca para comer cerca. Cuando Zhang Fang Yuan fue a casa a traer la carreta, varios aldeanos le siguieron.