Renacer para casarse con un personaje de lámina como su Fulang.

Capítulo 96

"Hace un tiempo, los aldeanos estaban contentos de poder recoger peces del río para comer en casa, pero esta vez el río se ha quedado completamente sin agua y les ha entrado el pánico.

"En años anteriores hacía calor en verano, pero nunca había visto nada igual.

"La situación no es optimista en toda la provincia de Ningjiang, por no hablar del condado de Wujiang, y nuestro Siyang también es más caluroso este verano que en años anteriores.

Cuando Zhang Fang entró en la sala de medicina, vio a un grupo de gente charlando, así que les escuchó y se quedó fascinado.

"Señor, ¿necesita algo más aparte del woad?"

"¡Señor!"

El hombrecillo del mostrador vio que Zhang Fangyuan estaba distraído por la animada conversación, así que volvió a levantar la voz.

El hombre abrió el cajón que tenía detrás y que contenía la raíz de woad, y cuando palpó las hierbas, comprobó que no había más.

Mientras esperaba, también charló con Zhang Fangyuan: "Este año hace calor y hay sequía en otros lugares, así que la raíz de woad que limpia el calor también tiene demanda en la tienda".

"Claro".

El joven se alegró mucho y ató bien los paquetes de medicinas.

Mientras sacaba la medicina, Zhang Fangyuan no pudo evitar mirar al cielo.

Aunque el sol aún no había salido, la brillante luz solar y las nubes blancas del cielo no mostraban signos de lluvia, por lo que seguramente volvería a ser un día soleado.

Zhang Fangyuan estaba vagamente inquieto en su corazón, así que fue a la tienda de té en la calle y pidió una taza de té, y se reunió con algunos comerciantes para preguntar acerca de algunas cosas, pero cuando se le preguntó casualmente, todos ellos eran acerca de la sequía, que se ha convertido en un tema popular hoy en día, al igual que lo que los comerciantes en la tienda de té en casa dijo.

Esto ha reforzado lo que Zhang Fangyuan pensaba en su mente.

Suspiró, con sentimientos encontrados.

Se apiadó de la gente que pronto se vería afectada por el desastre, pero no dudó mucho. Dejó caer unas monedas sobre la mesa y fue directamente a la tienda de Linglong, dejó primero la medicina en la tienda y sacó la plata que pudo de la cuenta y se dirigió al almacén de grano de la ciudad.

"No te apures, no te apures, uno por uno. Pónganse en fila primero, que están todos".

"Ese de ahí, ven y ponte en fila, no intentes saltarte la cola".

"¡Son 30 yuanes, sigue siendo el mismo precio! Si no tienes el dinero listo, ¡deja que el que viene detrás de ti venga primero!"

Cuando Zhang Fang Yuan entró en el almacén de grano, se sorprendió. En el pasado, el lugar no estaba abarrotado de clientes, pero hoy estaba tan concurrido como una casa de té callejera.

Había tantos clientes yendo y viniendo que media docena del personal no estaba muy ocupada, y el ruido era tan fuerte que tardó un rato en ver a Zhang Fangyuan, un toro alto y a caballo, en la puerta.

Sólo al cabo de un rato vieron al hombre alto y toro en la puerta. Quizá el personal le había visto antes, así que se acercaron despavoridos a saludarle: "El jefe Zhang también ha venido, estaba muy ocupado y no me fijé en usted".

Zhang Fangyuan hizo un gesto con la mano: "No pasa nada. ¿Va bien el negocio hoy?"

"Para nada". El tendero dijo con cierta complacencia: "Ha pasado tiempo. Qué tipo de arroz quieres, te llevaré a elegir".