Quackity y sus hijos se encontraban llendo a casa de Karl, habían quedado de verse ahí, obviamente llevaba un poco de bebidas. Quackity le había informado a Wilbur que saldría con los niños y tal vez a tomar algo con ellos,empezaron a tomar. El único sobrio era Slime,a él no me gustaba tomar vodka, tequila ni cerveza.
Habían llamado a Wilbur para que fuera a cuidar al Omega, cuándo Wilbur fue y llegó, vio cómo él híbrido estaba hablando con un ¿Alfa?,el no lo permitiría,fue a dónde ellos.
—Disculpe, señor me tengo que llevar a MI Quackity, compermiso.—
El castaño contrario sé quedó mirando sin entender nada de mi que pasaba.
—¡Adiós Lusuuu!— Grito Quackity.
— Adiós Quacks.—Dijo aún confundido.
—Holaaa, ¿adónde me llevass?— Dijo el pelinegro.
—...— Wilbur no contestó y lo llevó a una habitación y cerró con seguro.
Wilbur aventó a Quackity a la cama y su subió arriba de él, comenzó a dar besos en el cuello de éste,le empezó a lamer y dejar marcás. Le dió una mordida dónde le había dejado su primera marca, Quackity soltaba gemidos bajitos, sentía la respiración de Wilbur por aquella parte de su cuerpo.
Wilbur le empezó a quitar la blusa que tenía Quackity, así dejando vista a sus pezones del menor.
Wilbur bajó sus pantalones y bóxers, acarició la entrada del menor. Metió uno de sus dedos en el interior de Quackity y este soltó un gemido fuerte,saco su dedo del interior de Quackity y con sus manos tomo las piernas del Omega para subirla a sus hombros, metió su miembro en el interior de Quackity provocando un gemido.
Empezó a penetrarlo y embestirlo rápidamente, empezó a masturbar al menor y esto hizo que se viniera en el interior de Quackity,el pelinegro movió sus caderas de adelante hacía atrás, gemía y lloraba del placer. Y el mayor seguía embistiendo,lo siguió penetrando,trataba de no lastimarlo.
El castaño dirijo sus dedos a la boca del menor y este sabía lo que haría, los chupó e ensalivo los dedos de Wilbur,los saco de la boca para dirigirlos a la entrada del Omega y metió tres dedos sin avisar, Quackity se sentía excitado. Comenzó a hacer embestidas con sus dedos. Los gemidos jadeos y pieles chocando era lo único que se encontraba escuchado en la habitación de Karl. Sí, literalmente era la habitación dónde dormía Karl.
Agarro a Quackity del cabello y unieron sus labios y el castaño le susurró en el oído a Quackity.
—No vuelvas a hablar con él.— Le dijo y se vistió, vistió a Quackity y se fueron a casa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
