—¡Jordan! —Grito una vez más la mujer—. Si no abres esa puerta voy a-
Se vio interrumpida por el chico soñoliento que abrió mirándola con un semblante cansado.
—¿Quién diablos se para a las seis de la mañana un domingo? —Se quejó, restregando sus ojos para espantar el sueño.
—No son las seis de la mañana, son las ocho y Violet dijo que pasaría por tí. ¿Lo olvidaste?
Cuando la mujer terminó de hablar, el chico sintió como el sueño se esfumo y corrió al baño rápidamente para comenzar a alistarse.
—Mierda, tía, ¿por qué no me despertaste temprano?
Hablo desde el baño. La casa era pequeña, tenía solo dos habitaciones, la sala de estar junto a la cocina y un baño que compartían. De esa manera, aunque ella se encontraba en la cocina, pudo escucharlo.
—Te desperte hace una hora y respondiste: Ya salgo.
Jordan soltó una risa nasal y salió del baño con una toalla alrededor de sus caderas.
—No recuerdo eso —se defiende.
—Pues yo si. Deja de perder tiempo y ve a vestirte mientras te caliento el desayuno que ya está frío.
—Bien. Gracias, amor de vida —le tiro un beso antes de volver a la habitación.
—Ja, cuando le conviene me tratas bonito.
—¡Escuché eso! —Grita desde la habitación.
Ella no respondió, solo rió y continuó con lo suyo. Mientras el joven se terminaba de arreglar, su mejor amiga terminaba de meter las últimas cosas en el auto mientras hablaba con su padre.
—Papá, está bien, no es necesario que vengas a buscarnos. Son solo dos horas de viaje.
—¿Segura? Yo podría ir a buscarlos ahora mismo.
—Si vienes a buscarnos sería más tiempo. No te preocupes tanto que mi amigo me ayudara a conducir una hora.
—Esta bien, hija. Nos vemos pronto —respondió con obvia emoción.
La chica sonrió y colgó la llama para luego subir al auto y emprender su camino hasta la casa de su mejor amigo. Éste ya se encontraba listo y consideraba que fue en tiempo récord. Tomó el único bolso que llevaba consigo, su laptop, su teléfono y las copias de las llaves de su casa. Salió junto a su tía a esperar a su amiga en el porche de la casa mientras tomaban una taza de café entre charlas.
—Te voy a extrañar estos días —admitió el chico.
—Solo serán tres semanas.
—Sera mucho tiempo sin tí. Ven con nosotros —hizo un ligero puchero.
—Dije que no, tú y Violet es porque andarán de fiestas y en sus cosas juntos. No pienso quedarme en casa del padre de Violet mientras ustedes salen a divertirse.
—Podria terminar en un romance de verano —rió Jordan ganándose un golpe de su tía.
—Hay que ver que si dices estupideces.
—Llevas años soltera, es tiempo que te des una oportunidad en el amor.
—Cariño, no estoy cerrada a eso, cuando se de la oportunidad, prometo aprovecharla.
—¿Segura, María?
—Deja de decirme así —se quejo volviéndolo a golpear.
Él iba a decir algo más cuando el claxón de un auto lo interrumpió. Ambos miraron a la chica por la ventana del vehículo y está subió sus lentes de sol peinando su cabello hacia atrás con estos.
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Pintar tu gris de colores |Bl|
Historia Corta¿Se puede tener un gran brillo en los ojos con el alma rota? Jordán era la respuesta de esa gran pregunta que aquella persona se hacía una y otra vez cada que lo miraba, otra pregunta era; ¿por qué sus ojos brillaban cuando lo veía y su corazón se a...