.5.

14 2 18
                                    

Aunque la idea de adaptarme al instituto no me gusta del todo, no podía comparar este instituto con otros, puedo decir que es único que no ha hecho perder interés tan rápido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aunque la idea de adaptarme al instituto no me gusta del todo, no podía comparar este instituto con otros, puedo decir que es único que no ha hecho perder interés tan rápido.

Una semana paso en un abrir de cerrar de ojos, y aunque ocurrieron cosas que me fastidiaron por completo, y otras situaciones que no fueron de mi agrado, no negaría que es mejor está en clases que estar encerrada en casa viendo el techo, aunque estar con Hela todo el tiempo no es malo.

La clase transcurría como siempre, normal ya que es literatura, y no soy fan de leer libros, o bueno leer la Ilíada, solo porque no me gustan los poemas, no diría que estaba mal la clase.

—Bien, como actividad deben hacer un trabajo en parejas —explicó la profesora, pero desconecte.

Al escuchar la palabra en parejas, mi mente comenzó a dar señales de alerta porque no está de acuerdo en eso.

La profesora seguía dando las pautas para la realización de la actividad, pero mi cabeza estaba hecha un nudo solo porque debía hacerlo en pareja, cuando es mejor hacerlo solo.

Trabajo mejor sola.

Vi como un alumno sentado al frente levanto su mano, y la profesora hizo una pequeña seña para que hablara.

—¿Se puede hacer la actividad individual? —expresó joven su pregunta haciendo la profesora suspirar.

Sabía la respuesta antes que la diera, así que no me haría ilusiones.

—Claro que no, deben ser en parejas porque allí van dar cada uno, un análisis sobre el poema, joven —volvió a comenzar a explicar la profesora la actividad, pero a este punto sabía que no la haría.

Escondí mi rostro entre mis brazos, dejando de prestar atención por completo a la clase, porque me había quedado más que claro que no haría la actividad porque no estoy dispuesta hacerlo en parejas.

El timbre resonó y apenas puede escuchar la despedida de la profesora. Ahora solo debía esperar una clase más para por fin comer algo.

Si no había desayunado, porque se me había ocurrido la gran idea de pararme tarde y pues, la hora pisandome el cuello se me hizo imposible comer algo antes de salir de casa, pero si me asegure que Hela tuviera agua y algo comer.

Podía que no desayunara pero jamás dejaría a Hela sin agua y sin comida.

Alcé mi cabeza al sentir que alguien había tocado mi hombro sutilmente, pero como siempre fruncí viendo a la persona que lo había hecho.

La chica de cabello platinado, sonreía grandemente y me observaba fijamente.

«¿Que querrá?»

Ella carraspeó un poco para así hablar.

—¿Quieres hacer la actividad conmigo? —preguntó de forma seria, dejando la sonrisa de un lado pero de igual forma sin dejarme de observar.

ElaïaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora