¿Cómo llegamos aquí?

142 15 5
                                    

Después de mis palabras, la incomodidad era palpable. Sus caras eran un seguro "no me lo esperaba". Pero ya no importa, porque no necesito más su aprobación para seguir con mi vida.

Pasé las últimas dos horas en la habitación que compartía con Rosé. Ella y yo teníamos turnos impares. Pocas veces nos encontrábamos, que no fueran el desayuno. Mi turno empieza por la tarde alrededor de las Seis. Y el de Roseanne inicia por las mañanas justo cuando yo termino. Así que no tenemos problemas en compartir la habitación.

El silencio no me agrada. Se que Seulgui está molesta con ellos. Después de que huyeramos todo se complico... ¿Enserio quieren saberlo?, ¿Como llegamos aquí?

Bien... Faltan unas cuatro horas hasta que las rondas nocturnas terminen. Les contaré, justo en dónde lo dejamos hace cuatro años...

...Cuatro años atrás...

El silencio se extendió. Unos segundos.

- Digale a quien sea que recuerde a estas personas... Que pueden maldecirme... - se refería a las personas que mato sin razón.

- Digale a su hija que fue mi persona. Que cambio mi mundo. Y que me hubiera encantado tener una familia a su lado. Que nuestros hijos corrieran por un gran campo lleno de uvas madurando - la escuchó llorar.

Escucho el arma ser asegurada.

- Digale a mi madre... Que todo esto... Ella ayudo mucho a que me convirtiera en esto. Y Digale. Que en su próxima vida ella no debería tener hijos.

Espere que el silencio llegara de nuevo... Pero no fue así.

El potente sonido de la escopeta siendo disparada.... Sin poder creerlo la busque con la mirada...

Ella estaba ahí. Tirada en el polvoriento suelo...

Mi respiración estaba por matarme, justo como debía estar... Sentí un peso ligero sobre mí. Sacudiéndome, golpeándome el rostro.

— ¿Cómo te atreves? ¡Eres una maldita cobarde, Kim Jennie! ¿Estás asustada? ¿Quieres huir? Eso sería demasiado fácil, ¿¡no ves lo que has terminado siendo por todas las veces que has huido de ti?!

Esa voz... La droga me estaba por dejar inconsciente...

— ¿Que harán? La policía está a unos kilómetros de éste lugar. Ya no hay salida.

Ciertamente no se bien que sucedió. La droga me derribó y solo dejé de ser consciente de mi misma. Sólo podría abrir en ocasiones muy cortas mis ojos para ver a dos rostros arrastrándome por túneles subterráneos. Algo de lo que si podría estar segura es que estábamos acabadas. Ellas estaban exhaustas, me dejaron caer muchas veces en el trayecto, cayendo sobre mi, mezclando su sangre con la mía. Llegando a rastras hasta el final de aquél túnel... Un pueblo pesquero, llegando justo entre los rayos crecientes del Sol.

Siendo ignoradas por los residentes, siendo confundidas con vagas, mendigas, alcohólicas.

Caímos en la orilla de algún puerto, la suerte se mostró piadosa, siendo encontradas por una comuna de religiosos que nos llevó hasta un hostal.

Solo podía saber lo que ocurría al abrir mis ojos con trabajo. Mi subconsciente aún no reaccionaba por completo.

Puede que fueran días, incluso solo algunas horas. Cuándo por fin desperté encontré la situación en la que me hallaba. Al moverme todo me dolía, crujía y mi chillido de dolor fue atendido rápidamente por esas manos que ya conocía.

PÉRDIDA EN TI (JENLISA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora