°~𝘽𝙖𝙘𝙠 𝙩𝙤 𝙢𝙚~° |⚠️𝕕𝕒𝕣𝕜 𝕤𝕥𝕠𝕟𝕪 𝕒𝕦⚠️|

I

La ceremonia transcurrió como se esperaba, tranquila y sin inconvenientes, ambos habían dicho su sí, uno con más emoción que el otro pero al fin y al cabo un sí. Ahora tocaba la mejor parte, la celebración a los recién casados, sorprendentemente Tony no la pasó tan mal durante los votos gracias a tener a Strange y a Peter a su lado siempre, ya se había olvidado de Steve, estaba muy seguro de eso.

La pareja descendió del altar y se encaminó a la pista de baile para comenzar la fiesta, todos estaban felices del acontecimiento incluso Tony quien aplaudía y gritaba junto con los otros invitados, cuando Strange pudo notar su conducta una amplia y cálida sonrisa se dibujó en su rostro. 

Las horas pasaban, Tony ya estaba un poco pasado de copas y Peter dormía en unas sillas puestas por sus padres. El mayor observaba el espectáculo que daba su moreno en el medio de la pista acaparando la atención de todos, aunque esto parecía no importarle en lo más mínimo al menor quién se movía al ritmo de la música tranquilamente sin preocupaciones y gozando del momento.

De repente empezó a sonar una balada lenta y Tony volteó hacia Stephen con una mirada cómplice y una mano extendida hacia él con una clara intención, ambos se unieron en un compás bailando metidos en su propio mundo sin importarles nada ni nadie hasta que un fino llanto llamó la atención de ambos, era Peter que al no verlos se había angustiado y largado a llorar.

-Enseguida vuelvo caballero, procure no moverse de aquí- dijo el mayor a Tony haciendo una leve reverencia.

-Aquí aguardaré, no se preocupe- le siguió Tony también haciendo una reverencia para despedirse momentáneamente.

Finalmente Strange se retiró para socorrer a su pequeño que lloraba desconsoladamente, aquí había encontrado el pretexto perfecto para guardar en su bolsillo una pequeña caja de tela roja a juego con su traje en la que dentro incidía un hermoso anillo plateado, había esperado por esto por tanto tiempo y estaba seguro de su decisión.

Luego de calmar a Peter y lograr que este se durmiera de nuevo se dirigió hacia la cabina del DJ y pidió una canción especial para un momento especial.

 "All of me" empezó a sonar en la sala y todo el mundo quedó extrañado, en especial Tony quien segundos atrás había empezado a charlar con una muy bonita chica pelirroja hasta que llegó a escuchar "su canción" fue ahí que al voltearse vio a su amado dirigirse en dirección hacia él a paso lento y decidido.

Cuando lo tuvo enfrente Stephen tragó saliva grueso y se arrodilló frente a Tony quien en un estado de shock observó detalladamente cada movimiento de este.

-Anthony Edward Stark, estos últimos años han sido sin dudarlo los mejores de mi vida, empecé siendo tu amigo, pero igualmente desde el día en que te conocí me enamoré perdidamente de ti, fue gracioso por que tu estabas en tu mundo, enfrontándote a problemas más grandes incluso que tu, siendo fuerte y aguantando el mundo sobre tus hombros. Me enamoré también de tus ojos, de tu sonrisa risueña, de tus pésimos chistes, de todo tu y de nuestra pequeña familia. Es por eso que hoy te vengo a rogar de rodillas que me aceptes como la persona en la que puedes confiar para todo y en todo.- Después de un breve silencio Stephen sacó la cajita de terciopelo de su bolsillo y la abrió dejando ver el reluciente anillo, entonces y solo entonces pronunció las tan ansiadas palabras -¿Te casarías conmigo?-

-¡Oh dios!.... yo..- A Tony las lágrimas se le escapaban sin previo aviso y las palabras amenazaban con no salir de su boca.

-yo... yo acep- Pero Tony no pudo terminar su frase porque fue agresivamente interrumpido por un fuerte y claro -NO- de un tercero ajeno a la situación, la música se paró de la nada, todo el mundo quedó extrañado por la reciente intromisión de ese mágico momento.

-Él no se casará contigo- Interfirió la voz gruesa y masculina de cierto rubio que había visto toda la escena de principio a fin, y cómo no hacerlo si eran el centro de atención de todos allí.

Strange se paró y dirigió más que fastidiado su mirada hacia la de Steve -¿Quién te crees?- le retó el pelinegro dejando a plena vista su enfado -Ya te casaste imbécil- le terminó por reprochar.

-Él no se va a casar contigo y punto- 

-¿Y tu quien eres para decidir si él se quiere casar conmigo o no?, es su  decisión no tuya-

-Anthony es mio, de pies a cabeza-

-¿Qué es qué? primero, él no es propiedad de nadie y si lo fuera sería mío no tuyo-

-No sabes con quién te metes- Amenazó Steven

-Tu no sabes con quién te metes Steven- Lo afrontó Stephen

-¡YA BASTA LOS DOS!- Un grito acompañado de un suspiro se dejó oír en toda la sala callando todos los murmullos de la sala, todos estaban al pendiente de lo que estaba pasando. 

-¡Me tienen harto!- Se acarició la sien con su mano mientras apretaba los ojos fuertemente.

-Tu vete a la jodida mierda, ojalá y te mueras- le escupió a Steve mientras lo apuntaba con el dedo índice sin rastro de remordimiento alguno por sus palabras, solo y únicamente odio puro.

-Vayámonos cariño hablemos de esto más tarde- le indicó a Strange con una mirada de cansancio.

Otro llanto se hizo presente, otra vez Peter, vaya día, Tony fue hasta su hijo lo tomó en brazos y caminó hacia la salida en dirección a su coche- Vámonos amor, no aguanto más estar aquí- le susurró al oído -Está bien, vámonos si así lo quieres- le respondió el mayor.

Así fue cómo abandonaron la fiesta sin siquiera mirar atrás, no querían hacerlo así que condujeron silenciosamente hasta su hogar, en el transcurso de este el morocho cayó dormido en el asiento, Strange al notar esto sonrió levemente, nada había salido bien esa noche y creía que no podría dormir sin una respuesta concreta por parte de su pareja hacia su propuesta, definitivamente no lo lograría, no podría aunque lo desease, la ansiedad lo iba a matar primero.

En cuanto llegaron a su casa Strange despertó con sumo cuidado a Tony dándole toquesitos en el hombro y luego lo guió hacia su habitación, después volvió por Peter  y lo acurrucó en su cómoda cama para que durmiese más a gusto, por último luego de haberse asegurado de trancar las puertas exteriores se recostó junto con el morocho abrazándolo por la espalda quedando así en "cucharita" para luego no poder dormir en toda la noche.