[Actualizaciones: 1 vez a la semana] Steve Rogers o secretamente el capitán Hydra le rompe el corazón a Anthony, pero con una buena explicación. Anthony ya no tiene nada más que hablar con Rogers, es feliz con su pequeña familia, pero Hydra no se va...
Hydra recibió la ubicación de Tony, al parecer este estaba en un tipo de salón de eventos en el cual se estaba dictando una celebración en honor a la compañía de Stark Industries. Steve se relajó un momento, mala idea, un mensaje desconocido llegó a su celular.
Desconocido
-Mi querido capitán, ¿pensó que no nos enteraríamos de tan dichosa primicia? está bajo nuestras narices, será mejor que nos escuche bien...
-¿Quién eres y de qué hablas?
-Oh por favor capitán, sabe que hablo de su amado genio de piel morena y ojos cafés, mhh me pregunto si lo puedo invitar a bailar...
Photo sended
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¿No es bonito?
-¿¡Qué mierda crees que haces?!
-Escuche capitán, queremos lo que nos pertenece de vuelta. Tiene 2 horas para darnos el vibranium o si no alguién aquí no saldrá en muy buen estado que digamos..
-¿Pero qué mierda?- Hydra corrió hasta su auto y manejó hacia la base de Hydra lo más rápido que pudo.
-Agente Romanoff, Agente Carter, rastreen la ubicación exacta de este mensaje y número, quiero saberlo todo- Si bien sabía donde estaba Tony, Hydra consideraba el hecho de que sea una trampa y esa foto no hubiese sido tomada en ese instante.
-Capitán, según nuestros datos el mensaje se envió desde lo que al parecer es un salón de eventos. El número que lo envió utilizó un chip descartable, probablemente ya lo haya roto y tirado, no pudimos averiguar quienes eran señor.- Aclaró Natasha quien ya veía por donde se estaba encaminada la situación y tenía su equipo en mano.
-Malditos bastardos, hijos de perra, ¿Creen que me van a poder asustar con simples amenazas?, los voy a encontrar y les arrancaré cada una de sus partes.- Dijo con una voz gruesa y ronca seguro de si mismo, con una sonrisa cínica plantandose en su rostro, mientras sus ojo se volvían nuevamente rojos.
-¿Llamo al equipo señor?- Cuestionó Sharon esperando a que el súper soldado diera luz verde a la acción.
-si, llama a los demás, diles que se presenten de inmediato a mi oficina- Un muy molesto Hydra se dirigía hacía su despacho a paso acelerado, pisaba tan fuerte que sus pasos quedaban marcado en el piso quebrando el cemento del mismo, en todo su transcurso nadie se atrevió a dirigirle una palabra, cuando Hydra estaba así el siquiera mirarlo era firmar tu sentencia de muerte.
Unos minutos después por la puerta aparecieron el sargento James Barnes, las agentes Romanoff y Carter, Sam Wilson, Wanda Maximoff y Clint Barton. Ese era su gran equipo personal, listos a cualquier hora, cualquier día del año.
- Vamos - Ordenó Hydra mientras subía a su motocicleta esperando a que los demás acataran su orden. Así fue, unos segundos después una camioneta negra estaba al lado del rubio esperando a que este los comenzase a guiar.
Una vez en el lugar Hydra no se dio problema alguno para encontrar a Tony, respiro aliviado de que estuviese bien, nada más entrar ya podías notar la radiante y brillante presencia del joven empresario, eso a Steve lo ponía furioso, no le gustaba que Tony se mostrase tan radiante ante completos imbéciles desconocidos como sus socios.
Quería esa imagen sólo y únicamente para él.
Mientras tanto Tony hablaba animadamente con su amiga Virginia Potts, o mejor conocida como Pepper mientras terminaba una pequeña copa de martini, al parecer no se había ni inmutado de la presencia del rubio mayor.
- ¡Hydra! - sintió Steve que alguien le gritó y su sangre se congeló completamente. Giró en torno a la dirección por donde había escuchado dicho grito y caminó hacia allí. Ni Tony ni nadie sabía sobre su verdadera identidad más que su equipo y alguno que otro socio, no podía permitirse que algún imbécil sacará a la luz su pequeño secreto.
Gracias a dios todos en la fiesta parecían como en una burbuja paralela al mundo real, incluyendo a Tony, logrando que nadie le diera ni la más mínima importancia al grito.
- Muy bien, esto es fácil, lo aparto, lo mato, esconden el cadáver y problema resuelto - se dijo a sí mismo Hydra mientras iba hacia una esquina donde habían unos hombres bastante grandes, pero nada de lo que él no se pudiese encargar solo.
- Capitán, es un placer, Obadiah Stane para servirle - Un gordo calvo forrado de dinero que llevaba un porro en la boca y un vaso de whisky en la mano lo saludo con una sonrisa socarrona. Steve lo observó y pudo ver sus cadenas de oro, relojes lujosos y dientes de plata, la gente así le daba asco, no los soportaba, los odiaba.
- Supongo que recibió nuestros mensajes - volvió a hablar el tipo mientras reía de manera peculiar y con nada de gracia.
Steve ardió en cólera, nadie osaba de amenazar a su Tony, interrumpía en sus asuntos y lo hacía moverse para nada. Ese gordo traga monedas las iba a pagar y muy caro.
- ¿Qué mierda es lo que quieres de nosotros? - interrogó Hydra clavando sus ojos rojos en los del contrario haciendo que un escalofrío se plantara en este.
- Pensé que ya lo habíamos dejado bien en claro - respondió Obadiah mirándolo desafiante, eso enojó más a Steve, nadie le hacía frente sin que a los tres segundos se arrepintiera a excepción de Tony, el si que le podía hacer todo el frente que quisiera.
- Escúchame bien pedazo de mierda andante - Hydra comenzó a acercarse a paso lento hacia Obadiah seguro y certero, digno de un asesino sin alma como él. Sus ojos reflejaban las mil y un formas que su mente imaginaba para torturarlo.
Obadiah tragó duro y miró nuevamente a los ojos del capitán, sus viejas manos sudaban y temblaban del miedo, pero no se iba a humillar, tenía un plan y no lo iba a dejar ir tan fácil por un simple escalofrío.
- Vamos a resolver esto de una puta vez - Sonrió Hydra maliciosamente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.