Bad Image | Minsung

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MinHo le envió un mensaje de texto a las 7 de la tarde. Era la foto de un gatito. "Se parece a ti", fue el texto acompañante.

Jisung se preguntó si era porque MinHo pateaba gatos en su tiempo libre, y eso significaba que tenía la intención de patearlo.

Le devolvió un emoji neutro de un perro por si el mayor esperaba una respuesta y le castigaba al no responder.

A las 9 de la noche, MinHo le envió una captura de pantalla de la canción que estaba escuchando en Melon, «Pretty U» de Seventeen. No coincidía para nada con su apariencia.

A las 10:30 de la noche, otro mensaje llegó a su teléfono "Buenas noches". En la cabeza de Jisung, se tradujo en el "buenas noches" más amenazante que jamás había recibido. Contestó con un emoji de la luna por si acaso.

Por la mañana, después de desayunar, recibió otro mensaje. Este únicamente decía: Ven afuera.

Oh, Dios, pensó Jisung. Sabe dónde vivo. No había manera de ignorar esa convocatoria, o de lo contrario, MinHo podría empezar a golpear la puerta y amenazar a su familia.

Hurgó en su closet con la rapidez que le permitieron sus nervios, se puso ropa negra y una mascarilla para que a la policía le resultara difícil identificarlo cuando lo grabaran intentando robar un banco.

MinHo estaba esperando fuera. Iba vestido de forma muy poco amenazadora: un jersey rosa pastel y unos bonitos vaqueros. Tal vez eso era para despistar a la gente mientras se comportaba mal. También llevaba una correa con un gato rizado retorciéndose en su extremo.

No puede ser, realmente vamos a patear gatitos. ¿Quién en el mundo había permitido que alguien como Lee MinHo tuviera un gato? Era demasiado terrible para pensar en ello. Antes de que comenzaran las patadas, tendría que encontrar la manera de liberar al pobre animal.

- Buenos días- Saludó MinHo con rigidez. Tendió la mano. El menor la miró fijamente. ¿Qué esperaba? ¿Una donación en modo de tributo? Al instante rebuscó en sus bolsillos con temor y no encontró nada.

- Yo no tengo dinero- Admitió Jisung.

- Está bien- Se adelantó y cogió la mano más pequeña con la suya. Cuando Jisung se sorprendió, MinHo colocó una cara extraña y empezó a arrastrarlo calle arriba, con él. Sus mejillas estaban de nuevo ruborizadas, como cuando se enfadaba. Jisung decidió mantener la boca cerrada y seguir el camino hacia donde quiera que fueran. El gatito caminó junto a ellos felizmente, moviendo su cola.

Acabaron en un parque gatuno cercano. Una vez dentro de la valla del parque, MinHo soltó al gatito de la correa y este saltó felizmente hacia los otros gatos que estaban allí. Jisung exhaló aliviado. Parecía que, después de todo, no iban a dar patadas. Sin embargo, no estaba del todo relajado. MinHo seguía sujetando con fuerza su mano y no mostraba ningún signo de liberarla.

- Se llama Soonie- Habló el pelinegro.

- Oh- respondió Jisung, sin saber qué más decir.- ¿Es tu gato?

- Sí.

- ¿Te gustan los gatos?

- Sí.

Bueno, eso era al menos un rasgo de personalidad no aterrador, aunque cabía la posibilidad de que criara gatos de ataque y estuviera planeando alimentarlos con Soonie algún día. Pero incluso cuando el menor lo pensaba sabía que eso no podía ser cierto. No en ese momento, cuando los ojos de MinHo seguían a su gato con una mirada vagamente cariñosa para alguien que con regularidad se mostraba crónicamente molesto.

- Así que...- interrumpió, aclarándose la garganta.- ¿Qué quieres que haga?

El mayor pareció confundido por un momento.- Solo... hablar... supongo.