Manantial Plateado

Isla de Sooga, Corea del Sur
(18 años)

Eran inicios del verano del 2011. Tras mucha insistencia por parte del rubio, Dada y Dandy acamparían en el valle de Sooga después de poco más de un año.

Pasaron toda la mañana y parte de la tarde armando su tienda lo mejor que pudieron e intentando no recordar el "incidente" de la otra vez.

Con el sol a nada de ocultarse, Dandy decidió entrar de una vez a la tienda de campaña, encontrándose a Dada recostado de espaldas con sus audífonos puestos.

Dandy le palmeó el hombro hasta que el rubio se quitó un auricular y lo colocó en su oído.

-¿Fleetwood Mac?- Hasta se sentía tonto por preguntar, por supuesto que era Fleetwood Mac, es su banda favorita.

Dada asintió con la cabeza -Rumours-.

-¿Qué canción es?- esta vez preguntaba por genunina curiosidad, sabía que al rubio le gustaba mucho esa canción en particular, aunque no pudiera nombrarla.

-Silver Springs- respondió Dada.

Se quedaron escuchando tranquilamente aquella bella canción de los años 70 hasta que el MP3 se quedó sin batería.

-Es una canción muy bonita- comentó el castaño mientras Dada guardaba el reproductor junto con sus audífonos en su mochila.

-¿Sabías que la letra es un hechizo?- dijo el rubio sacando su guitarra de su estuche.

-... no te creo-.

-No tienes que creerme, es verdad-.

-Entonces...- habló Dandy en voz desafiante -Cántala, para mí-.

Sin decir más el rubio tocó los primeros acordes en la guitarra y luego cantó con una voz hipnótica.

"Tú podrías ser mi manantial plateado
Colores azul verdosos parpadeando

Yo sería tu único sueño,
Tu brillante otoño
Tu océano estrellado".

[...]

Praga, República Checa.
(21 años)

Estaban por ser las cinco de la mañana, pero todos llevaban despiertos desde las tres y media.

-¡Apúrense, el taxi ya está aquí!- gritó Jonathan, quién de inmediato salió del edificio con su maleta.

Dandy, Pucca y Dada se despidieron rápido de Justýna, por suerte no llevaban tanto equipaje, por lo que el acomodo fue un asunto rápido.

Durante casi tres meses Pucca, Dada, Dandy, Jonathan y un chico llamado Jax habían ido de ciudad en ciudad por toda Europa.

Tocando en antros de mala muerte desde que se ponía el sol hasta el amanecer y viviendo de cigarros, alcohol, red bull y comida de puestos callejeros. Praga fue su última ciudad antes de volver al frío y húmedo Londres.

Aquella última semana se quedaron seis personas en el apartamento de Justýna, una amiga que Dandy había conocido en sus días de universitario.

Dandy notó como su amigo miraba melancólico por la ventana del taxi hacía la bella ciudad donde él había nacido.

-¿Admirando la ciudad?- preguntó Dandy

-Me estoy despidiendo-.

Al cabo de un buen rato de tráfico habían llegado al Aeropuerto Václav Havel. Lentamente todos bajaron y fueron al maletero a tomar su equipaje junto con sus instrumentos.