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Omnisciente:
El día tan esperado había llegado, hoy el 3 de Agosto se hacía presente.
Este día era importante, pero no solo por el festival, al cual, varios asistirían. En el mundo de las pandillas, hoy se consideraría como un hecho marcado en la historia...
Y eso era algo de lo que Takemichi era consiente.
Acompañado de Hinata, recorrían el tan esperado festival, el rubio tratando de no perder de vista a su amigo Draken.
Y aún así, ni el mismo entiende como perdió a tremenda persona.
El pánico lo inundó, no tenía ni idea de lo que pasaría ahora que no lo encontraba, temía que el incidente sucediera ahora.
Sin embargo, su novia lo tomó del brazo y lo detuvo antes de que este tratara de ir a buscarlo.
—¿Que sucede? —preguntó la chica, mirándolo con atención.
—Nada... Es solo que... —respondió sin mirarla por andar buscando a su amigo— ... ¿Dónde están Draken y Emma? —se animó a preguntar.
Al regresar la mirada hacia la cara de la chica pelirosa, el joven Hanagaki se sonrojó.
La chica reía levemente al ver la confusión de su pareja.
—Bueno, pienso que es buena idea que Emma se adelante un poco con él —sonrió— Él le gusta... Además... También quería estar solo contigo, Takemichi.
Sus latidos se aceleraron, mientras un color rojo se apoderaba de sus mejillas.
Caminaron juntos entre platicas y risas, era linda la relación que tenían. Takemichi no quería que eso terminara, no quería volver a su antigua vida tan pronto.
Los ojos azules del joven se toparon con una cabellera negra, una conocida para él.
Enfocó la mirada, encontrándose con el rostro se su amiga ___.
Una pequeña sensación de culpa se instaló en su cuerpo, al verla sola, recargada en un árbol. Se sentía mal al verla tan sola.
—¿Uhm?... Es extraño, ella dijo que no vendría —murmuró la chica a su lado, provocando que su novio la miraba. Ella, al igual que él hace un momento, no apartaba la vista de la joven de ojos verdes.
—¿A qué te refieres? —cuestionó.
—Bueno, hace unos días decidí invitarla, sin embargo, dijo que no quería venir y que tenía cosas que hacer... —respondió, sin apartar la mirada de su amiga.
—Vaya... Es curioso... —murmuró en respuesta. La escena de la ojiverde pidiéndole venir al festival no salía de su cabeza.
—Vamos con ella —habló decidida Hinata, arrastrando a su pareja hasta su amiga.
