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Narra omnisciente:
El choque del aire frío contra la piel caliente de la pelinegra la hizo despertar de mala gana. Con pesar abrió los ojos al escuchar el sonido de su ventana siendo cerrada con fuerza.
—¿Que haces aquí? — preguntó arrastrando las palabras.
—Vine a verlos — exclamó Kisaki alejándose de la ventana que el había cerrado.
La chica asintió tallando sus ojos con fuerza.
—¿Y Hanma? — cuestionó la chica al no verlo con ellos en la habitación, se sentó en la cama haciendose a un lado para que él se sentara con ella.
—Salió, yo me quedé aquí esperando a que despertarás — explicó sentandose a su lado.
Se quedaron unos segundos en silencio, se conocían, Kisaki sabia que tomaba un tiempo que ella reaccionara recién levantada.
—Takemichi me preguntó sobre Moebius —habló de la nada la pelinegra, volteando a ver a su amigo con ojos cansados.
—¿Que le dijiste? —preguntó, acomodándose sus lentes.
—Información general, nada más, pero se mostró interesado en el líder de la pandilla, seguramente la ToMan ya tendrá algo en mente —murmuró en respuesta.
—Eso tenlo por seguro —exclamó — Bien, ahora me haré cargo yo. Buen trabajo — continúo, dándole palmadas en la cabeza.
—No hagas eso —se quejó, acostándose en la cama y dando media vuelta con la vista a la pared.
—¿Hacer que? —preguntó mirándola.
—Hablarme cómo si lo hicieras con un perro —lo miró con los ojos entrecerrados.
El chico negó con la cabeza, aún así acarició el cabello de la pelinegra cómo si lo hiciera con un canino. Ganándose otra queja de ella.
. . .
Desde hace días que la pelinegra no se encontraba con Takemichi, según los chicos este había tenido una pelea y estaba descansando en su casa.
Con la mirada perdida en el atardecer, caminó con las manos cargadas de bolsas de plástico grises.
—¡___! — escuchó un grito a lo lejos. Antes de voltear completamente, unos brazos se aferraron a su brazo.
—¿Hinata? —murmuró la pelinegra mirando a la chica. Desde que las presentaron, la pelirosa hizo todo lo posible por conversar más con la ojiverde, esta lo acepto, necesitaba información sobre Takemichi de algún lado.
—¿Que traes ahí? —preguntó con curiosidad mirando las bolsas.
—Ehh.. — con un poco de cuidado, la pelinegra apartó a la chica y abrió un poco una bolsa, mostrando mucha comida chatarra — Hoy le toca cocinar a mi hermano, así que prefiero esto antes de cualquier cosa que él cocine —explicó.
