Hyoga x Dolbar x Roki (Mature)

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Midgård

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"In between extremities rises Midgard, mighty as the stem of the tree" - Therion.

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La tierra de los hielos perpetuos que habitaba el caballero del cisne, Siberia, se encontraba en el extremo más alejado del mundo. Ajena a toda perturbación y actividad del hombre, el hermoso reino del hielo no solía recibir visitantes con frecuencia. El único que parecía ser el eterno habitante, Hyoga, se encontraba de pie a mitad del lago congelado donde descansaban los restos de su difunta madre sin importar la fuerte tormenta de nieve que azotaba la región.

Para el joven era indispensable acudir en esas fechas a orar por su eterno descanso no importando si las tormentas de nieve cubrieran Sajá con su manto helado y ventisca inmisericorde. Hyoga se encontraba justo ahí en medio de la noche invernal salpicada con auroras boreales que se dejaban ver cada tantos minutos en los cielos sintiendo el viento helado a su alrededor.

—Mamá... —pensó con aprehensión sujetando fuertemente el rosario de cuentas blancas que colgaba bajo sus ropas cerrando sus ojos con fuerza olvidándose de lo demás a su alrededor.

Hasta que algo lo sacó abruptamente de sus meditaciones. Ocurría algo en la lejanía, se llevaba a cabo una lucha entre varios oponentes que amenazaba con perturbar la casi inquebrantable paz. Se mantuvo atento por unos minutos esperando que los perturbadores de la paz se tranquilizaran, pero no ocurrió. La agitación llegaba hasta él no quedando más remedio que hacer una pausa y acudir al lugar de los hechos.

Corriendo lo más rápido que le daban las piernas, Hyoga llegó en pocos minutos hasta la zona de los disturbios encontrándose un espectáculo protagonizado por sujetos cuyos atuendos no reconocía pues no eran los habituales de la gente de la zona. Lucían como guerreros de alguna tierra lejana cubiertos con pieles sobre sus ropas llamando su atención los prominentes cuernos salidos en ambos lados de sus yelmos.

Lo que más alertó al joven cisne fue el llamado de ayuda del hombre que era violentado por los guerreros desconocidos.

—¡¿Quién eres tú que se atreve a manchar de sangre los hielos puros? Soy Hyoga y no puedo permitirlo!

—¡¿Hyoga?! —exclamó uno de ellos en tono de burla— ¡ahora sé qué nombre llevará tu tumba!

Intentaron atacarlo repetidamente usando unas grandes armas que no eran comunes para el cisne pero que logro sortear sin mayores problemas. Tras dejarle en claro al visitante que no sería un oponente fácil fue que, tanto este como sus secuaces, se retiraron de ahi rápidamente dejando a un hombre herido atrás.

—Jamás había visto a tales bárbaros, ¿quienes serían?—pensó rápidamente— ¡Oiga, resista! —Hyoga se inclinó al lado del hombre caído notando sus ropas, las cuales eran iguales a los hombres que huyeron de ahí.

El sujeto de piel morena estaba herido y su yelmo estaba partido en dos a su lado.

—¡Ayúdeme, por favor! —suplicó el guerrero herido tratando de no morir en el intento— ¡El palacio del Valhalla en Asgard!

—¡Espere, resista!

Lo único que obtuvo del fugitivo era que huía de sus captores debido a que llego hasta sus oídos información confidencial y delicada que no debió escuchar. Dicha filtración lo puso en una posición comprometedora que podría poner en peligro su vida y a su familia, por lo mismo huyó en búsqueda de ayuda. El hombre sabía de los caballeros de bronce gracias al torneo galáctico y con esa información disponible partió en búsqueda de alguien que le ayudara.

Aestuans InteriusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora