Wayfaring Stranger > Joel Miller | The Last Of Us

11. Consideraciones

11. CONSIDERACIONES

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Joel llevaba horas fuera del lugar. Después de leer la carta, el hombre les había dicho a ambas mujeres que esperaran afuera del hogar de Frank y Bill mientras él estaba en el búnker de los fallecidos.

Pronto, Elia se había cansado de esperar. Peter y Maria pasaban por el lugar mientras correteaban tras ellos y Ellie llevaba su rostro de pocos amigos.

— ¿Sabes jugar 6x6? —preguntó Elia.

Estaba desesperada por matar el silencio. Desde que era niña, había sido una niña muy hiperactiva. Correteaba y jugaba en cualquier momento que tenía libre y cuando creció, esas ganas de jugar se convirtieron en ganas de hablar. Su padre alguna vez comentó que ella padecía de trastorno déficit de la atención.

Siempre estaba moviéndose y rara vez solía quedarse quieta. Y cuando creció, a su padre le sorprendió mucho cuando la encontró leyendo libros de medicina. En poco tiempo, se comió absolutamente libros de anatomía, fisiología, patología y más.

Entonces su padre dijo que tal vez ella podía padecer autismo, por que se concentraba en una sola cosa y cuando era niña no solía mirar a los ojos a nadie. Finalmente, Elia descartó ese trastorno cuando leyó un libro de psiquiatría y se dijo a sí misma que no era autista, si no que era una pendeja. Sip, no miraba a los ojos a nadie porque se sentía nerviosa cuando lo hacía.

— ¿Qué es eso? —preguntó Ellie confundida.

Elia se agarró del pecho fingiendo ofensa. — ¿No conoces ese juego?

— Eh... no.

— Te enseño —se levantó del suelo y se paró frente a Ellie. —Es simple. Empezamos... seis por seis, treinta seis —cruzó las piernas dos veces —, corona, cerveza, media vuelta —simuló tomar la bebida alcohólica y acto seguido, dio una vuelta —, a la chikichiki a la chakalaka, que salte la niña que va a perder, abierto, cerrado —abrió y cerró las piernas saltando en su lugar —, un, dos, tres, cigarrillo veintitrés, stop —Elia quedo con las piernas abiertas y cerró los ojos bufando —, y bueno, si te quedas con las piernas abiertas es por que te hiciste pipi. Perdí.

— Es el juego mas tonto que he escuchado —dijo Ellie con sinceridad.

— ¡Más respeto, mocosa! —molesto ofendida.

Joel abrió la puerta y salió por ella. Miro a ambas mujeres y suspiro. En sus manos llevaba mochilas llenas.

— Vámonos —murmuró de mal humor.

— Hey, hey, hey —lo detuvo Elia —, ¿has visto qué hora es? —miro el reloj en la mano de Joel.

— Está roto —le murmuró Elie al lado de ella.