13. Una familia

1.3K 223 21
                                    





13. UNA FAMILIA

✧・゚: *✧・゚:*    *:・゚✧*:・゚✧

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




✧・゚: *✧・゚:*    *:・゚✧*:・゚✧
.・゜゜・  ・゜゜・.
。・゚゚・  ・゚゚・。

Estuvieron en carretera aproximadamente tres días. La ducha que Elia había tomado en la casa de Bill y Frank no sirvió de mucho ahora, su cabello se había vuelto rebelde por lo que se obligó a sí misma de trenzarlo. Su cabello solía tener "vida propia",  por lo que le costó mucho al principio controlarlo.

El sudor recorría su cuerpo de igual manera, se sentía pegajosa y para su fortuna, en la casa de los enamorados -como Joel mencionó hace dos días-, encontró toallitas húmedas que le servían de mucho al limpiar sus partes íntimas y sus axilas.

Fuera de todo ello, se sentía genial. Ellie y ella se volvieron más cercanas en el viaje y con el abuelo en el volante con la cara como si nunca hubiera entrado al baño, se habían vuelto "amigas".

Elia pudo saber más de Ellie.

Era huérfana -como que ella ya lo comentó durante el viaje con... Tess-, pero supo que creció en una academia militar de Boston.

Pararon hace veinte minutos en una de las antiguas gasolineras del estado de Carolina del Norte. Ellie entró a la pequeña tienda para revisar si existía comida o alguna cosa que les pudiera servir.

Elia por lo tanto, se quedó afuera con un Joyel de mal humor.

No hablaron durante todo el viaje. La única vía de comunicación que ambos tenían... era Ellie.

La adolescente notó rápidamente el comportamiento de ambos y se extrañó, pero no quiso preguntar nada. Ellie por primera vez, experimentó aquello que le denominaban "papás divorciados" en los libros que ella leía.

Porque así se sentían.

Se sentía como una hija de un matrimonio peleado.

Ellie se acostumbró a las tontas respuestas que la pelirroja solía decirle a Joel, pero esta vez... no existía ni siquiera una mínima conversación entre ellos.

—¿Quién es el bebe hermoso? —Elia comentó mientras miraba a Peter.

O Maria.

Ciertamente, no sabía cómo diferenciarlos. Simplemente cuando los vio, decidió que se llamarían Peter y Maria. ¿Y si Peter fuera mujer? ¿O si Maria era hombre?

Nah.

Ahora mismo, ellos podían ser lo que quisieran.

Si sus hijos querían ser unos perros, eso serían.

— ¿Maria? —dijo en voz baja y cuando el pato de su mano derecha la miró, sonrió. Agarró una pequeña cinta que tenía en su mochila y la ató en el cuello de Maria —, lista, bebe.

Wayfaring Stranger > Joel Miller | The Last Of Us Donde viven las historias. Descúbrelo ahora