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La boda parte II
Luego del banquete todos los invitados se movieron a el septo para iniciar la boda. Mientras esperaban a la novia, el príncipe Aegon estaba caminando de un lado a otro, poniendo de mal humor a su hermano menor, el príncipe Aemond. Este ya harto lo agarró del brazo y le dijo algo que calmó todos sus nervios. Luego de lo que parecía una eternidad, la princesa Elarian apareció tomada del brazo de su padre, el príncipe Qoeren Nymeros Martell. Todos los ojos de los invitados estaban por donde Padre e hija hacían su recorrido, la princesa nunca dejó de sonreír hasta llegar a su prometido.
El vestido de Elarian Martell era el típico encaje dorniense, con su capa de doncella —bordado en ella el blasón de su casa —de color dorado  y llevaba puesto en su cuello un collar con un dije de un sol de gules siendo atravesado por una lanza. El septón supremo comenzó la ceremonia. Pronto a petición suya el príncipe se deshizo de su capa roja en un movimiento elegante y la colocó en los hombros de la castaña, claro que después de despojarla de su capa de doncella; seguido a esta acción, regresó a su lugar para recuperar el contacto de la princesa dorniense.

Llegado el momento, el septón enlazó con una cinta sus manos — en todo el proceso nadie se dió cuenta de las miradas que se dedicaron el príncipe Aemond con su sobrina, pensando uno en el otro —

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Llegado el momento, el septón enlazó con una cinta sus manos — en todo el proceso nadie se dió cuenta de las miradas que se dedicaron el príncipe Aemond con su sobrina, pensando uno en el otro —.
Mírense el uno al otro y digan las palabras –les ordenó.
Los jóvenes obedecieron, conectando miradas. No necesitaban hablar con tan sólo una mirada ya se entendían. Este era su momento y no podían ser más felices de que se esté llevando a cabo.
Padre, Herrero, Guerrero, Madre, Doncella, Anciana, Desconocido. — empezaron a pronunciar los votos con voz fuerte y clara pero con sentimiento, dejando ver que no eran votos en vano. Soy suya/o y él/ella es mío/a desde este día hasta el fin de mis días.
Una vez más sin querer las miradas de Aemond y Astraea se encontraron; sólo que esta vez, los hermanos de la chica se dieron cuenta.
Majestad, alteza — el hombre de la fe de los siete se dirigió primero al rey, su reina consorte y la princesa heredera —, mis señores y señoras. Ante los ojos de los dioses y hombres como testigos, declaró a Aegon de la Casa Targaryen y a Elarian de la Casa Martell, un solo corazón, una sola carne y una sola alma. Maldito sea aquel que ose interponerse entre ellos. — terminó de decir el hombre religioso. Luego apartó la cinta que mantenía a las manos de la pareja unidas y le indicó al príncipe que ya podía besar a su esposa.
Aquel beso era cálido, hasta que aegon lo profundizó, saboreando el dulce sabor de los labios de su amada.









Nota de autor: Holaaa!!! ¿ cómo están mis queridos lectores? Aquí un nuevo capítulo terminado

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Nota de autor:
Holaaa!!! ¿ cómo están mis queridos lectores? Aquí un nuevo capítulo terminado. En multimedia esta la fotografía en la que me imagino como es que se ven Aegon y Elarian ( ya se que en realidad esos son Rhaegar Targaryen y Elia Martell)..
espero que lo disfruten y ya veré cómo siguen los próximos capítulos!!!

Targaryen House || HTOD - Aemond TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora