Capítulo 4...Un gran temor

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¡Hola mis magis! :3

Aquí les dejo:

*~*~*~Unidos por las cadenas~*~*~*

Capítulo 4...Un gran temor

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No podía concentrarse.

Por orden de Maader, Fátima había ido a buscar a Sinbad esa mañana para comenzar a enseñarle cómo hacer su trabajo, y eso había elevado su estrés a niveles estratosféricos.

Se llevó una mano a una sien. Su cabeza le dolía tanto que sentía que podría explotar.

—"Tranquila Tn__, él va a estar bien"—Piensa tratando de bajar el jarrón del pedestal con cuidado.

Dio despacio un paso hacia atrás, pero dio un resbalón y casi se cae. Y fue casi porque sintió unos brazos sujetarla justo a tiempo para evitar su caída...pero no la del jarrón, el cual se rompió en pedazos dejando un gran desastre.

—¿Estás bien?—Pregunta su salvador ayudándola a enderezarse.

Ella suspiró aliviada al ver a Sinbad, quien ahora portaba la ropa otorgada a los esclavos con puestos especiales, como Fátima.

—Gracias a ti, si—Dice con una sonrisa nerviosa—¿Qué tal te fue con...ese tipo?—Pregunta evitando hacer una mueca de desprecio.

—El...grita mucho—Responde mirando a otra parte—Y tiene...muy poca paciencia.

Tn__ parpadeó algunas veces repasando sus palabras y luego rio llamando su atención. Era la primera vez que la escuchaba reír. Aquel sentimiento cálido se hizo presente en su pecho como días atrás.

—¿Pues qué te digo? Así es el estropajo—Dice ella comenzando a recoger los trozos más grandes del jarrón con cuidado—Se queja más que un anciano con dolor de espalda.

Siguió recogiendo los trozos del jarrón bajo la atenta mirada del ambarino, quien se agachó y la ayudó a recogerlos.

—Vamos a buscar algo para limpiar este desastre, ya colocaré un nuevo jarrón luego—Dice con una sonrisa recibiendo un asentimiento de su compañero.

Dicho y hecho, fueron a buscar lo necesario para limpiar el desastre. Una vez hecho eso, la chica buscó otro jarrón y colocó el nuevo arreglo de flores en él dejándolo en su lugar con ayuda de Sinbad. Ya terminados sus quehaceres, fueron al comedor a cenar y a verificar que los nuevos niños se estuvieran integrando con los demás.

Sinbad admiraba en silencio como los niños iban muy felices con Tn__ para contarles lo que habían hecho ese día, y ella los escuchaba muy contenta, pues los niños nuevos se estaban acoplando bastante bien...y ya comenzaban a ver a Maader como su madre.

Solo el ambarino notó la repentina tristeza que brilló en los ojos de la chica, una que logró esconder al segundo detrás de una sonrisa.

Se sentaron a comer con algunos de los niños, entre ellos Masrur, quien se sentó al otro lado de ella.

Al terminar, la chica fue a darse un baño como siempre antes de ir a dormir. Cuando regresó a la habitación, se sorprendió al ver a dos de las niñas haciéndole una trenza a Sinbad. El chico tenía una sonrisa muy leve que demostraba una pequeña diversión al ver a las pequeñas tan contentas peinándolo.

Ella rio por lo bajo ante la graciosa escena y se sentó en su cama para peinarse, o esa era su intención hasta que una de las niñas le arrebató el cepillo riendo y se lo llevó a Sinbad. El pelimorado recibió el objeto y se acercó a ella sentándose a su lado.

Unidos por las cadenas {Sinbad y Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora