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Sun no podía apartar los ojos de Ice, que, con la boca abierta, escuchaba las razones de Daniell por las que ella debía perdonar a Jimin por su desliz y volver a salir con él.

 Inició en su mente la cuenta atrás. Al llegar a cero, estaba segura de que Ice abriría la boca y, sin cortarse un pelo, enviaría a Daniell a que le hicieran una lobotomía de urgencia.

—Bueno, no estuvo bien lo que hizo —decía Daniell—. Pero, reconozcamos algo, ¡Es hombre! Y si Riha se lo da servidito en bandeja, pues es comprensible que lo tome. Los chicos tienen necesidades y no todos son de piedra.

—¿Estás drogada? ¿Fumaste algo o simplemente sos estúpida? —preguntó Ice entornando los párpados.

Sun miró a su alrededor para asegurarse de que nadie en el bar estaba pendiente de su conversación. Se masajeó las sienes y se cruzó de brazos; estaba cansada de aquel tema. Su ruptura con Jinin había sido el nuevo chisma de todo el barrio. La pareja perfecta ya no lo era y ese hecho parecía haberse convertido en un problema nacional para todo el mundo.

—¡No, ya sabes que yo no tomo esas cosas! —respondió Daniell ofendida—. Solo digo que Jimin es el chico más popular. Es guapo, un brillante universitario y su familia es la dueña de medio condado. Y todas sabemos que con Sunnie aún... pues eso, que nada de nada. No creo que haya que enviarlo a la hoguera por un error. Está arrepentido y quiere volver con ella. —Clavó los ojos en Sun—. En serio, Sunnie. No sé a qué esperas. Los chicos como Jimin no abundan y tú vas a perderlo por no tragarte ese orgullo.

Sun la miró sin dar crédito a lo que acababa de escuchar. Abrió la boca para contestar, pero Ice se le adelantó, como siempre.

—¿Estás insinuando que, ya que mi mejor amiga no quiso acostarse con él, su ahora ex novio tiene todo el derecho del mundo a cojerse a otra para bajar el calentón? Ice levantó las cejas esperando la réplica.

—¡No, solo digo que, hasta cierto punto, es comprensible! Cuando no...cuando los chicos no... Ya sabes, se excitan y no tienen sexo, les duelen los testículos y...

—¿Eso fue lo que te dijo Jaehyun para meterse en tus bragas? ¿Que le dolían los huevos y que necesitaba...? ¿De verdad eres tan idiota? —Ice empezó a reír con ganas.

—¿Quieres bajar la voz y dejar de ser tan grosera? —masculló Daniell, fulminándola con la mirada—. Sé que es cierto, también se lo oí decir a mi hermano.

—¡Ah bueno, Dios, mátame por que esto es demasiado! Si oigo una idiotez más me haré el harakiri —replicó Ice. Se inclinó sobre la mesa—. Daniel, crece de una vez, sal de esa estúpida novela adolescente de Disney. Las chicas no somos ONGs para los idiotas como Jimin, ¿Me explico? Jimin la fastidió al acostarse con otra mientras salía con Sun. Si ella le importara de verdad, no la habría traicionado por un mal polvo en el asiento trasero de su coche.

Ellen, que estaba junto a la ventana sin decir una palabra desde que habían llegado, carraspeó para llamar la atención de sus amigas.

—Ice, tienes razón. Pero oí a Jimin hablando con Tae, y dijo que esa camarera se le echó encima. ¡Casi lo violó! No sé, seamos sinceras, Jimin es un partidazo. Sun no encontrará a nadie más como él. —Miró a Sun a los ojos—. Y está loco por ti, deberías perdonarle. Lo está pasando fatal desde que rompieron.

—¡Oh, pobrecito! ¿Y tú qué vas a decir? ¡Es tu primo! —le espetó Ice.

—Ya basta del tema. Jimin es asunto mío, ¿de acuerdo?—intervino Sun.

—¿Y eso qué quiere decir? —estalló Ice—. ¿No te estarás planteando volver con él?

Sun resopló exasperada. Adoraba a Ice, pero su sinceridad y su mal genio formaban una mezcla que la sacaba de quicio.

Limites. - Jung Hoseok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora