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14: Culpabilidad






El algodón que tenía sostenido cae al piso por la sorpresa, había cerrado los ojos por inercia mientras sentía los labios de Jungkook moverse sobre los míos siendo tan experimentados ante los míos que eran su primera vez sintiendo algo más que sólo un roce.

Podía sentir realmente aquella profundidad que buscaba y que yo no podía brindarle ante mis pensamientos que eran una maraña de enredos y bipolares raciocinio que me dejaron estático. Había deseado el beso, pero ahora era algo diferente. Se sentía diferente.

Suspirando cuando Jungkook se separa sólo uno centímetros de mí, mis mejillas se sonrojaron cuando le miro con miedo, he sido terrible. Lo sé. Ante de poder decir algo, oigo una maldición surcar de sus labios y la mano masculina de este que sostenía mi mejilla se coloca en mi nuca y sus ojos ven directamente sobre los míos. Sin despegar mis ojos de los suyos, el se levanta de donde estaba sentado para volver a unir los labios con los míos siendo más un choque entre ellos ya que prácticamente Jungkook se había lanzado, haciéndome retroceder en pasos indecisos, pero que tenían un final, el sofá.

Cuando mis piernas tocan el borde del sofá, finalmente abro bien los ojos, rebotando en el acolchado sofá al caer sentado cuando fui empujado por él, alzando la mirada lo encuentro ahí mismo como su depredador, mirándome con afán.

Sintiendo mis latidos ir frenéticamente a mil por segundo, trataba de comprender exactamente lo que había pasado. Más bien me encontraba pensando que pasaría a partir de ahora que entré en la cordura de aquella locura que era Jungkook.

Esto no fue mi imaginación, realmente me habían besado y mis ojos vacilantes descienden a su boca que estaba ahí, siendo tan apetecibles, tan rojos y húmedos producto del beso y de la sangre de su herida que me percaté como volvía aparecer. Eso definitivamente no se volvió un impedimento en mí al pensar el querer volver a unir nuestros labios.

Cielos.

Los ojos oscuros de Jungkook prácticamente había adquirido un brillo nuevo, algo que me estaba hipnotizando entre más mantenía mi mirada con la suya. Ninguno decía nada. Era casi como si supiéramos que no debía repetirse, pero al mismo tiempo gritaba que hiciéramos algo.

Atento a cada uno de su movimiento, finalmente observo como su rodilla se coloca a un costado mío, la tensión era palpable y cuando vuelvo a mirarlo, este ya estaba sobre mí y no pude evitar soltar su nombre como una forma de detenerlo, pero resulto siendo todo lo contrario cuando sus labios encuentran los míos por tercera vez.

Preso en el sofá y su cuerpo, me di cuenta que no tenía la fuerza para alejarlo, realmente no era posible y más cuando mis labios con inexperiencia intentan de seguirlo siendo un total descarado. Pero lo disfrutaba.

Acariciando nerviosamente su torso con mis manos magulladas, con vacilación las llevo hasta su cuello donde lo rodeo con miles de sentencias en mi cabeza por el pecado qué estaba cometiendo. Podía oír la voz de mi razón contando todo los delitos hecho en una noche. pero como si Jungkook supiera de mi tortuosa mente, sus labios abruptamente apresa el mío y en una intima maniobra, siento el roce de su lengua entre mis labios y el beso ir mas lento haciéndome pensar en él. Y sólo en él.

ㅡOh manzanita... al parecer tus labios también son dulces.ㅡ dice Jungkook con un tono lleno de lujuria encarnada cuando supe que debíamos separarnos para respirar.

Tragando saliva al escuchar su voz en tono mas bajos, me encontraba ardiendo y no sabía si era porque el infierno me estaba recibiendo o porque su calor corporal que emanaba me hacía entrar en una fiebre nueva. Mirándolo, supe que estaba perdido otra vez.

ᬊJUDAS ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora