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9: Ojos tristes.




Las únicas partes donde podía salir completamente solo desde que cumplí los 16 años son la iglesia y el centro comercial. Aunque en este último lugar sólo iba con Jimin al cine o a comprar, pero hoy estaba solo tratando de buscar un regalo para mi amigo.

Mi tiempo siempre era calculado y debía estar en casa a la hora justa para hacer mis deberes.

Y hoy era un día donde pude coger el auto de mi madre e ir al centro de la ciudad para visitar el centro comercial. Debía encontrar el regalo de Jimin, y ahí estaba el origen de mi problema. Yo había dejado en claro a Jimin que le tenía su regalo.

Pero la verdad es que ahora estaba en eso.

Y en segundo lugar, tampoco había contado que el dinero ahorrado estaba algo escaso, no había pensado lo que habíamos gastado cuando fuimos un día al centro y me había comprado un par de zapatos. Arrugando el dinero en mi bolsillo del jersey que vestía, miro las vitrinas tratando de buscar aquella sudadera que le prometí.

Y mientras paseaba, me encontraba recordando aquel amargo encuentro con Jungkook. No suelo perder los estribos y nunca nadie ha visto mi lado más molesto, inclusive Jimin nunca me ha visto de esa manera como lo estuve con Jungkook. Claramente con él era otra cosa.

Mi sangre había hervido por su comportamiento de todo un idiota, y para empeorar mi humor, la señora Song nos había visto por la ventana discutiendo, por lo que el día viernes cuando vino a visitar a mi "madre" era obvio que vino a pedir mi silencio.

Había sentido tanto coraje de verla en casa y con un rosario en su mano, mientras mi madre se encontraba ocupada en la cocina preparando el té, oía sus palabras siendo arrastrada por lágrimas de cocodrilo que se esfumaron cuando mi madre llegó después con incluso un pastel.

Era tan repugnante ver la escena de ella hablando con mi madre sobre mi y mi desempeño. Quería gritarle en la cara varias cosas desagradables que podía pensar en una persona.

Quería escupirle que era una persona tan falsa y debería irse al infierno, pero ¿quién soy yo para juzgar? ¿Quién éramos para juzgar a alguien a decir verdad? Eso es lo que más me molestaba de toda la situación y aunque le dije que me mantendría callado no es por ella. Mi silencio era por el pobre señor Song que no debía sufrir por la culpa de su vileza.

También con rabia le pedí que se alejara de Jungkook cosa que ella con ojos abiertos y horrorizada de que yo sea quien esté dándole órdenes, a duras penas aceptó.

Pero eso no era todo, tan pronto le dije eso, comenzó la charla con mi madre hablando mal del mismo chico con el que tenía una aventura de las más indecentes.

Vaya que he tenido que lidiar con mi cabeza para buscar serenidad cuando sólo quería abofetear a ambos por ser personas desagradables.

Finalmente me decido a entrar a una tienda para mantenerme ocupado y comenzando a buscar varias veces aquella prenda, muy tarde a decir verdad, había explicado a los trabajadores como era lo que buscaba, pero todos me negaron con la cabeza diciéndome que aquella prenda son de temporadas y que ya no la encontraría ya a no ser que haya remate de temporadas. Tenía ganas de llorar ahí mismo. Todas las cosas comenzaban a ir de mal en peor.

Resignado y con una camiseta diferente a la que tenía planeado, salgo de la tienda mucho más molesto, había costado más cara que la anterior y eso ya me dejaba de números rojos.

Adiós ganas de comprarme un helado.

De vuelta a casa, me voy en el auto de mi madre dejando la bolsa en el asiento de atrás, hoy Jimin celebrará en casa de Minho, nuestro compañero que se enteró del cumpleaños y que supe tarde que era quien se encargaría de proporcionar el alcohol y que se auto-invitó.

ᬊJUDAS ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora