Pasaron varios días y los hermanos se habían adaptado de maravilla. Amaia y yo pasábamos bastante rato juntas, se sentía bien tener una amiga después de lo que había pasado. Estaba sentada en un banco frente a mi salón cuando vi a lo lejos a Amaia hablando con Fran, Aneley, Rubén y otro chico que no había visto antes seguro que era otro nuevo. Amaia camino hacia mí
sonriendo mientras Aneley me saluda con la mano.-El sábado nos vamos de fiesta-Dijo sentándose a mi lado.
-¿Qué? Yo ni siquiera salgo-Dije negando con la cabeza.
-Pues vete preparando porque paso por ti mañana a las 10 pasamos por ti-La vi caminar hacia la puerta del salón.
-Como que pasamos por ti ¿Quiénes?- Caminé rápido para alcanzarla y ella simplemente se sentó en su asiento y comenzó a sacar sus libros.
-A las 10 es lo único que tienes que saber-Continuo haciendo sus cosas y yo me fui a mi asiento.
Al día siguiente desperté, hice mi rutina diaria y salir a correr como todos los días. En la tarde vi una película, leí un poco el libro que estaba por terminar y adelante algunos pendientes de la escuela. A las 8 y 30 entre a la ducha para prepararme para la fiesta. Salí me sequé el pelo y comencé a vestirme. Elegí un outfit que consistía en un pantalón de mezclilla ancho, una blusa corta blanca, unos zapatos y un bolso del mismo color.
Ya eran las 10 cuando tocaron mi puerta. Salí y como había dicho ahí estaba Amaia puntual. Había un grupo más de muchachos con en ella. Estaban su hermano, Aneley, Rubén y el chico que había visto el día anterior hablando con ellos. Por un segundo nuestras miradas conectaron y vi algo que aunque no sabía que era me dejo cautiva.-Hola a todos-Dije mientras los saludaba.
-Hola-Me respondieron y mientras me devolvía el saludo.
Cuando llegue al chico con cabello negro. Lo miré de arriba abajo, llevaba una camisa blanca, pantalón de mezclilla, tal parecía que nos habías combinado para iguales. Al saludarlo pude oler su perfume, la verdad olía muy bien.
-Hola soy Melissa-Le dije casi en un susurró mientras miraba sus ojos azules.
-Hola Melissa soy Felipe encantado de conocerte-Dijo con su acento español y me miro a los ojos.
No sé en qué momento nos metimos en nuestra propia burbuja. Amaia tosió y nos montamos en el coche de Rubén. Fue momento muy raro, pero no sé por qué no podía parar de mirar sus ojos. De camino a la fiesta me pasé mirándolo, estaba sentado a mi lado y nuestras manos se rozaron por un mini segundo y sentí una corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo.
Al bajar nos encontrábamos en frente de una gigantesca casa pintada de un color gris. La casa en el interior tenía una decoración magnífica. La fiesta ya había empezado y había bastante gente. Fran junto a Isabela y su hermana Kendall nos esperaban y fuimos hasta las barra para buscar algo de tomar. Nos estábamos divirtiéndonos mucho. Salí al jardín de la casa donde había menos gente. Caminé hasta una de las tumbonas que había en el área de la piscina y me senté mientras miraba la enorme piscina que había en el patio trasero de la casa de Fran. Estaba concentrada en mis pensamientos cuando sentí una mano en mi hombro y pegue un brinco casi me caigo de la tumbona. Felipe con sus lindos ojos azules me miraba sin entender nada.
-Hola otra vez-Me dijo metiéndose las manos en los bolsillos y mirando la piscina.
-Hola-Dije mirándolo sin saber qué hacer.
-¿Puedo sentarme?-Pregunto sacando una mano del bolsillo y señalando el lugar vacío a mi lado.
-Si claro-Respondí quitando mi bolso invitándolo a sentarse.
-¿Eres nuevo en la ciudad?- Pregunté para acabar con el silencio y buscar un poco de conversación.
-Si llegue hace unos días antes vivía en España-Respondió con una sonrisa que transmitía algo de melancolía.
-Por qué te mudaste para acá si me puedes contar te ves algo triste-Pregunté, pero me arrepentí al segundo de mi pregunta no quería incomodarlo.
-Pasaron algunas cosas, la verdad me gustaba donde vivía, pero mi padre creía que lo mejor era cambiarnos de ciudad como si cambiar de casa nos hiciera olvidar lo que había pasado-Se quedó en silencio mirando al vacío como si estuviera recordando algo.
Se hizo un silencio bastante incómodo. Me quede mirando mis pies con la cabeza baja Estuvimos así durante varios minutos. Hasta que vi su mano frente a mí levanté la mirada y lo vi con la mano estirada hacia mí.
-Quieres bailar es mi canción favorita-Dijo mientras me miraba aún con la mano estirada. De fondo sonaba Love Is Gone de Slander.
-Bueno-Digo mientras tomó su mano. Me miró a los ojos y me sonrío, juro que es la sonrisa más bonita que he visto en toda mi vida.
Coloca su mano en mi cintura y yo las manos en sus hombros. Comenzamos a movernos con el ritmo de la música. Nos miramos a los ojos todo el tiempo. Juro que me podría perder en su mirada aunque hay algo que oculta. Quisiera que me contará ¿por qué se mudó aquí?, ¿por qué duele tanto recordar lo que paso en su ciudad?. Mientras bailamos me siento en paz, tranquila, es una sensación muy rara es la primera vez que hablo con él desde que nos conocimos hace pocas horas y ahora estoy bailando con él. Nos miramos fijamente mientras él acerca su rostro, está tan cerca que puedo sentir su respiración. Siento el olor de su delicioso perfume inundar mis fosas nasales. Estamos tan cerca que puede sentir su corazón. Su mirada se intercambia entre mis ojos y mi boca. Me gustaría besarle no sé por qué si apenas lo conozco, pero es lo que quiero. Estamos tan cerca que nuestros labios se roza. En ese momento salen gritando Aneley y Rubén seguidos de Amaia, su hermano Adrian, Fran, Isabela, Kendall y Julio el novio de Kendall. Aneley está llorando y a Rubén intentando explicarle algo. ¿Qué carajos paso?. Felipe y yo caminamos hacia ellos. Veo a Débora a lo lejos riendo junto Ander no sé por qué creo que esto tiene que ver con ella.
HOLA CHIC@S
ESPERO QUE OS ESTE
GUSTANDO. PORFA DEJEN
SU ESTRELLITA
Y COMENTARIO
GRACIAS POR
LEER
😘
ESTÁS LEYENDO
Entre Amor Y Venganza
Teen FictionUna historia de amor y venganza con giros inesperados para todas las edades