Vachirawit
Pasé una mano por mi cabello mientras escuchaba al detective asignado a esta tormenta de mierda explicarle a mi padre, el senador, lo que estaba sucediendo con el caso. Ya habían pasado tres horas desde que Win fue llevado en ambulancia, y tenía una imperiosa necesidad de ver cómo estaba.
Sergei había llamado y me había dicho que Win estaba bien.
Mi médico personal me había llamado para decirme que Win estaba bien.
El oficial asignado a vigilar la habitación me había llamado para decirme que Win estaba bien.
No creería a ninguno de ellos hasta que viera al hombre por mí mismo, y no tenía idea de cuándo sucedería eso. Se sentía como si hubiera pasado un millón de años desde que sacaron a Win en una camilla.
- ¿Era solo un experimento?
Apenas contuve mi gemido cuando miré hacia arriba y encontré a Abigail parada frente a mí.
-Hola, Abigail – Entonces no quería tratar con ella. No ahora.
- ¿Era solamente un experimento? - ¿Un experimento? – Sí, ¿te acostaste conmigo como una especie de experimento para ver si eras gay o heterosexual?
Oh, hombre.
-No fuiste un experimento, Abigail. Yo solo... Win es especial.
Todavía me estaba recuperando del beso que habíamos compartido. Tenía la intención de echar a Emma, peor se había convertido en mucho más. Nunca había besado a otro hombre antes, ni siquiera había querido hacerlo, pero quería besar a Win de nuevo.
Quería hacerle todo tipo de cosas a Win Metawin.
Y eso me confundió muchísimo.
Hubo momentos a lo largo de los años en los que miré a un hombre y pude apreciar su apariencia, pero nunca había tenido un deseo abrumador de inclinar a uno sobre la mesa más cercano y hundir mi polla en ellos.
Todavía estaba sorprendido de lo mucho que quería eso.
-Mira – Tomé las manos de Abigail con las mías – Eres una mujer hermosa que sería la esposa perfecta para casi cualquier hombre.
-Simplemente no tú.
Negué con la cabeza.
-No, no yo.
- ¿Eres realmente gay?
No sabía lo que era.
-Yo-
-Vachirawit – dijo Laedeke mientras se acercaba rápidamente.
- ¿Puedes hablar conmigo un momento?
-Por supuesto – Me incliné y le di un beso en la mejilla a Abigail – Cuídate, Abigail.
Solté un suspiro de alivio mientras me alejaba con Laedeke.
-Gracias, hombre.
-Parecía que necesitabas ser salvado.
-Sí, cometí el error de acostarme con Abigail el fin de semana pasado. Ella quería saber si era solo un experimento para averiguar si yo era gay o no.
- ¿Ella lo era?
-Si me hubieras preguntado el fin de semana pasado, probablemente te habría golpeado.
- ¿Y ahora? – Los ojos de Laedeke se agrandaron cuando no dije nada – Mierda, Vachirawit, ¿eres gay?
Esa fue la gran pregunta.
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J.M - BrightWin
RomanceTrabajar para el multimillonario Bright Vachirawit es tanto una bendición como una maldición. Una bendición porque el tipo es un gran jefe. He volado por todo el mundo en su jet privado y he visto lugares con los que sólo podía soñar, todo con su di...