Prólogo

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Aclaraciones:
➥Memo es 10 años menor que Leo. (Lionel: 36 años, Memo: 26)
➥Messi top x Memo bottom (Femboy)
➥Los temas de salud son mencionados con respeto, una disculpa si alguien pasa por algo así y se siente ofendido, no es mi intención hacerlo.
➥ +18 y algo de romance (quizá ✨)

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El prestigioso médico, Lionel Messi había salvado a más de una vida durante su larga carrera ejerciendo la profesión con la que siempre soñó, graduarse con honores y seguir siendo el mejor especialista en su área no era tarea fácil, todo eso conllevó a un esfuerzo sobrehumano para no descuidar los demás aspectos de su vida.

Aunque a pesar de intentarlo, no pudo evitar dejar de lado algo de suma importancia para muchas personas; el amor. Y no es porque le faltaran propuestas, era porque no tenía tiempo qué perder en ello, además, la soberbia de no encontrar a una persona que considerara digna de él no le ayudaba mucho para encontrar pareja.

Lionel buscaba a alguien con quien poder mantener tan sólo una conversación interesante, y no le importaba dejar en plena cita a su acompañante si no le convencía su forma de pensar o de expresarse. Pretendientes incluso de la Universidad donde se formó como médico seguían saliendo a pesar de los años, sobre todo enfermeras que buscaban acercarse a él de forma romántica y ¿por qué no? Para sacar provecho de su renombre en el hospital.

Messi no era tonto y sabía oler el interés de las personas tan sólo con sus palabras, y él no estaba dispuesto a regalar su trabajo que tantos años de esfuerzo significó para él por un simple desliz. Y tampoco era difícil para él contener sus deseos carnales, pues desde hace mucho no sentía eso por nadie.

Pero todo cambió cuando un enfermero ingresó al hospital, nadie sabía de dónde salió o cómo logró ese puesto, pero ahí estaba, torpe en algunos casos, pero demasiado entregado a su trabajo. En poco tiempo se ganó el cariño de los pacientes y el cortejo de más de un colega del argentino.

—Ni qué fuera la gran cosa—decía Messi para engañarse a sí mismo y calmar el interés que de a poco iba creciendo en él por aquel enfermerito.

Nunca había cruzado tan sólo una palabra con el dichoso enfermero, pero mantenía la esperanza de que al hacerlo y darse cuenta de que era como las demás personas que consideraba inferiores, el interés podría esfumarse. Pero no fue así, al contrario, tenerlo cerca significó una derrota para él y para sus "inquebrantable" ideales.

—Guillermo, ¿verdad?—le preguntó, dirigiéndose por primera vez al causante de sus fantasías nada decorosas.

—Sí, Guillermo Ochoa, para servirle—respondió.

Messi por un segundo se perdió en su silueta, sus hermosos rizos brillaban y parecían mojados, seguro que se había dado un baño antes de ir al hospital y eso provocó en el argentino un sinfín de pensamientos, el imaginarlo desnudo dándose una ducha hizo que sus neuronas no conectaran con su realidad y reinara un silencio algo incómodo entre ellos.

—Tené, suministra estos medicamentos al paciente de esta habitación, iré a verlo más tarde—le entregó los papeles con el seguimiento del paciente.

El rizado se detuvo unos segundos a leer los documentos, momento que el médico aprovechó para observarlo de pies a cabeza, su uniforme ajustado que dejaba ver unos grandes pectorales y sus torneadas piernas que podían apreciarse bajo el vestido de enfermera captaron su atención.

—Está bien, ahora regreso—apretó la tabla con los papeles entre su pecho y dio una vuelta en dirección a las habitaciones.

Lionel no podía apartar su mirada, ahora podía admirar su parte trasera mientras éste se alejaba, ese sensual caminar del mexicano le atrapó, en su mente ya se había armado la loca fantasía de que el rizado caminaba de esa forma para seducirlo.

❥ Mi dulce Guillermo┆MESSI X OCHOA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora