01• | ¿Quién es el afortunado?

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┏🔞: Contiene +18 (sólo poquito, en los demás caps habrá más)
Sólo quería escribir algo así de mi shipp fav, perdóname diosito y quien lea esto.🤙🏻

En la habitación solo podían escucharse los jadeos y suspiros que el argentino soltaba de su boca, en cuanto el adorable mexicano salió de su consultorio se enfocó en atenderse como hace tiempo no lo hacía, la imagen de sus largas y ejercitadas pi...

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En la habitación solo podían escucharse los jadeos y suspiros que el argentino soltaba de su boca, en cuanto el adorable mexicano salió de su consultorio se enfocó en atenderse como hace tiempo no lo hacía, la imagen de sus largas y ejercitadas piernas no salían de su mente, pasaba el dedo por la punta de su miembro presionándolo para darse más placer, al mismo tiempo imaginaba que era Guillermo quien lo hacía.

-Cómo me encantás, Guillermito-llamar de esa forma al enfermero le prendía más, una de sus tantas fantasías era susurrarle eso al oído mientras le metía la pija y lo embestía cada vez más fuerte.

El líquido preseminal escurrió por sus dedos, subía y bajaba acariciando su miembro en toda su extensión, ahogó sus gemidos mordiendo su labio inferior para evitar ser escuchado por alguien, aquello podría costarle el trabajo.

Sin embargo, sabía que cuando se cogiera al mexicano no le importaría hacerlo gritar tan fuerte aunque eso significara que lo corrieran del hospital por falta a la moral.

Guillermo valía el riesgo, cogerse al sexy enfermero valía la maldita pena.

El ritmo de su respiración aumentaba y un grave gemido se escuchó en las cuatro paredes testigos del incontrolable deseo que sentía por Ochoa, en ese punto su cuerpo se sentía liberado, pero nada a comparación de lo que sería estar con él de verdad.

Trató de estabilizar su respiración para permitir que su mente pudiera despejarse, desde que el rizado llegó al hospital no pensaba en otra cosa y no dejaba de hacerse chaquetas mentales, literalmente. Se desconocía por completo y aquello lo hacía sentir decepcionado. Tenía mucho temor de que el mexicano se convirtiera en una obsesión, y eso sí sería lamentable.

La única vez que se obsesionó en la vida fue por su carrera, y ahora contaba hasta con doctorado y especialidad, por lo tanto sabía que si no sacaba de su mente a aquel hombre no descansaría hasta lograr su objetivo.

A pesar de ello, sonrió de satisfacción al liberar toda la tensión de su cuerpo con esa paja, pues aquella noche no dormiría, tocaba guardia y para buena o mala suerte, al rizado también.

Caminó por los pasillos en dirección a las habitaciones de los pacientes que le correspondía visitar, pero escuchó algo que le llamó la atención.

Un grupo de doctores hablando del que se convirtió en su delirio; Guillermo.

-Ese cabrón está buenísimo, hace un chingo que alguien no me interesa como él.

❥ Mi dulce Guillermo┆MESSI X OCHOA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora