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Como siempre la supervisora de Ramshackle se vio en vuelta en una lucha contra un Overblot, solo que ahora en la academia rival, la Royal Sword Academy.
Para su mala o buena suerte, el destino de la chica cambio...
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-¡Por centésima vez no te la voy a prestar para que hagas de tus pendejadas, Ace!- Le dijiste bastante molesta a tu amigo
-¡Es solo para enviarle una foto a mi hermano, no haré nada más con ella!- Te juro y perjuro juntando sus manos como súplica
-Eso dijiste la ultima vez y la usaste para cortar tres diccionarios de los gordos a la vez para probar lo afilada que esta- Le dijo Deuce en tono de regaño, aún no sabe cómo se libró de que el directo lo castigará
Tu tus tres amigos uní-neurona estaban tomando el almuerzo en el jardín, por qué llamaban demasiado la atención en el comedor, sobre todo por que tenias que cargar la espada a todos lados
-No me ayudas Deuce- Dijo el chico de cabello anaranjado haciendo puchero ya que si era de verdad lo de la foto, para ganar una apuesta con su hermano -Pero en serio, hasta tu me tomas la foto para que vean que es cierto-
-No es no, aprende que cuando una chica dice no, no hay que insistir- Dijiste mientras te arqueabas la cejas algo molesta
Primero tu paranoia que estás siendo observada y ahora tus amigos queriendo jugar con este cuchillo alargado.
-No soy un cuchillo, soy una espada-
-¿Qué dijiste Grimm? - ya te giraste para ver a tu peludo que se encontraba a tu lado tuyo.
-¿Yofo qfufe?- Te pregunto el gato demonio con la boca llena de atún y pan
-.... ¿Olvídalo?- Dijiste pensando que otra vez estás imaginando cosas, ya han pasado un par de días desde que sacaste la espada y se volvió parte de tu vida, desde entonces cada tanto escuchas una voz en tu cabeza, solo rezas para que no sea principio de esquizofrenia.
-¡_____!- Se escuchó la voz animada de tu novio -Mira~ mira~ mira~ Te prepare una bolsa de botanas para animarte, la llamó una bolsa de alegría, tiene una que otra soda, papas, tus palomitas oh y este peluche de un gato que me recordó a Grimm- El chico tenía una gran mochila donde se notaba que sobresalen varios dulces como cosas que sabía que te animaban para darte y que te sintieras mejor.
-... Más bien mochila- Dijo Ace susurrando a su amigo a lado suyo.
No era raro que el pequeño rayo de sol andante te regalara varias cosas para animarte y hacer tu día, al inicio era joyas pero con el tiempo empezó a regalarte cosas más personales, como tus sodas favoritas y tus botanas preferida, claro uno que otro peluche extravagante o bouquet de flores pero era la manera que el sol le gustaba mostrar el aprecio hacia ti, aunque aun tiene ganas de hacerte un carnaval solo para ti pero detalles.
Le dedicaste una gran sonrisa al moreno, sin duda Kalim sabe como hacer que un día malo se vuelva bueno, cosa que te hace sentir un poco mal por que no puedes regresarle sus afectos de la misma manera extravagantes como el demuestra su amor, apenas puedes comprar la comida de la semana mucho menos un regalo caro al nivel del chico, por eso te esfuerzas en otras cosas como ayudarlo con sus tareas o cocinar para él, también pasar tiempo juntos después de clases... Claro, cuando no te esclavizan en la enfermería o el director te pone hacer su trabajo.
