★彡[ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 02]彡★

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Las campanas de la boda suenan en su cabeza, provocan un fuerte estallido dentro de su sistema, abriendo de golpe sus párpados, se ha quedado dormido y olvidó por completo los preparativos de los cuales él estaba encargado, su corazón suena dentro de su pecho acelerado por la preocupación, ya puede imaginar el rostro de decepción de la señora Hera al verle en la mañana, se ha quedado tan dormido que incluso olvidó que debía preparar el desayuno para los señores de la casa, ¿cómo ha dejado pasar cosas tan claves e importantes? pensó para sí mismo, siendo rápidamente contestado cuando, en un intento de salir de la cama, se hizo consciente de la presencia de grandes brazos atados alrededor de su cintura, mueve despacio su cabeza hacía atrás, levantando sus cejas entre más van sus ojos mirando, había algo aferrado a él que no le deja moverse, no eran solo unos grandes brazos, si no un enorme cuerpo que lo mantiene quieto, es el joven Hércules, está perdidamente dormido en un sueño casi infinito, su rostro luce imperturbable, sus párpados cerrados y sus labios flojos por donde pasa el aire. Jack se retuerce nuevamente, recuperando el color en su cuerpo cuando recuerda por qué el menor descansa plácido en su dormitorio, él había dejado que durmieran juntos, luego de mucha insistencia de su parte, y debajo de las mantas se encuentra el cuerpo casi-desnudo de Hércules, y lo que su pierna estaba rozando es... Necesita moverse de ahí lo más rápido posible, darse una ducha y salir huyendo para disimular su obvia tardanza, volvió a moverse, ahora con mucha más insistencia, apretando con sus dedos los fuertes brazos del contrario, tirando hacía arriba para soltarse, pero la fuerza de él es superior en todos los sentidos, aferrándose más a él de lo que realmente cede, suspiró agobiado, llevándose las manos a la cabeza, no quería despertarlo, porque sería tan vergonzoso verlo a la cara justo después de compartir la cama, solo quiere huir, esconderse en la cocina y hundirse en la lista de tareas que debería estar realizando -Jack... Jack deja de moverte...- escuchó al joven murmurar todavía inconsciente, no previó que luego de sus palabras, lo tomó con más fuerza entre sus brazos y tiró de él más cerca de su cuerpo, volviendo a caer perdidamente dormido, sus planes de escapar se están yendo para la borda, incapaz de hacer nada cuando su cuerpo está siendo inmovilizado por la fuerza descomunal del otro.

-Sir, por favor, oh por favor, levántese por lo que más quiera, necesito irme, sir, se lo suplico, de verdad necesito que me suelte...- una y otra vez repite sus palabras, dando palmadas sobre los hombros de Hércules en un inútil esfuerzo de despertarlo, contó exactamente dos horas desde que debió haberse levantado, la voz estruendosa de la señora Hera resuenan en su cabeza y ya le provocan malestar, odia ser impuntual y está quedando como lo peor, dejando una permanente mancha en su impecable labor, pensó que es capaz de llorar si debía seguir suplicando al contrario para que se levante -por favor... se lo ruego, necesito levantarme, despierte sir, ¡despierte!- tampoco quiere gritarle al otro, no va a faltarle el respeto por mucho que debería de levantarlo, pero, cuando pensó que sus esfuerzos son inservibles, Hércules finalmente da signos de vida, murmurando dormido y moviendo su cuerpo lentamente, abriendo sus ojos con la misma calma, retirando la cárcel que significaban sus brazos sobre Jack -oh, buenos días, ¿por qué despierto tan temprano? - preguntó despreocupado, moviendo la sábana que cubría su cuerpo -¿temprano? Sir, son las...- mueve su cabeza para ver el reloj de la mesita de noche, estirando su brazo para tomar la caja rectangular y darle vuelta, observando como la luz led muestra en grande los números "11:27" -¡Oh my God! ¡Es tardísimo! ¡Sir, me van a asesinar!- Jack pegó un brinco descomunal, saliendo de la cama en lo que Hércules jura que fue menos de un segundo, corriendo con todas sus fuerzas para llegar hasta el baño, él todavía no entiende por qué lucía tan preocupado, levantándose con pereza de la cama para poder acomodar las sábanas como era debido, usando la almohada para golpear la colcha, yendo a los extremos para estirar la delgada tela, cuando está por acomodar la manta caliente, Jack está fuera del baño, aún con la piel húmeda y su cabello plateado goteando por las puntas, la toalla apenas envuelve las caderas del hombre, tratando tan vagamente cubrir su desnudes, lo primero que hace es directamente ir hasta el armario, tomando unas perchas en sus manos, luego yendo hasta la mesa de noche para sacar la ropa interior, tropezando con la toalla cuando esta quiere zafarse de sus caderas, Hércules sonrió y dejó escapar varias risitas por su comportamiento, sería increíble que se le hubiera caído la toalla, sería tan divertido ver al pobre de Jack con su retaguardia al aire, tropezando como tonto mientras intenta volver a cubrirse.

❈•≫────≪•◦ 𝓛𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓮𝔁𝓲𝓼𝓽𝓮 𝓮𝓷𝓽𝓻𝓮 𝓷𝓸𝓼𝓸𝓽𝓻𝓸𝓼...❈•≫────≪•◦ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora