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- ¿Mamá? - hablé por mí teléfono móvil.

- ¿Ya llegaste cariño?

- Mmh, sí. ¿En dónde estás? No alcanzo a verte - y no es que mi estatura de 1.58 me ayudara mucho que digamos.

- Cariño, Jungkook ha ido a por tí.

Fantástico, ya ni en mi madre podía confiar, solo tenía que venir a por mí al aeropuerto. ¿Tan difícil era?

- ¿Jun-Jungkook? - pregunté con nerviosismo - ¿El Jungkook que conozco? - inquirí aún con la esperanza de que no fuera la misma persona, pero la risita que soltó mi madre me lo dejó claro.

- Si cariño, nos vemos en casa. Me muero por verte.

Rodé los ojos al escucharla, si en verdad se moría por verme, ella hubiese venido.

- Sí, nos vemos en un rato - colgué la llamada y procedí a tomar mis maletas haciéndolas rodar hasta el aparcamiento, dónde supuestamente se encontraba Jeon esperando por mí.

Bueno, tal vez no era tan malo verle de nuevo, pero estaba nerviosa, ese chico aún tenía ese efecto en mí, lamentablemente.

Pero cambié y ahora soy fuerte y no debía dejarme intimidar por su imponente presencia de 1.80 y sonrisita de conejito que es adorable.

- Park Somi...

Tragué grueso al oír su voz ronca, - demasiado sexy para mí gusto - justo como la recordaba.

Retiro lo dicho, sí me sentí intimidada. Ahora no solamente era alto y guapo, parecía haber hecho bastante ejercicio, llevaba su brazo derecho bastante tatuado y un piercieng en el labio inferior que me había hecho morder el mío inconcientemente.

¡Dios! ¿Por qué se veía tan perfecto?

-¿Sí? - la inseguridad se plasmó en mi voz.

¿Y si sólo era un doble? ¿ O estaba teniendo alucinaciones?

- ¡WOW! - silbó mientras sus ojos se encargaban de hacer un escáner completo de mi cuerpo.

¿WOW? Levanté una ceja cruzándome de brazos.

- Mamá dijo que me llevarás a casa.

- Se dice hola, cómo has estado y ese tipo de cosas - sonrió mostrándome sus dientes.

Maldita sea, no podía olvidarme de mi objetivo de ignorarlo si sonreía de esa forma.

- Hola, cómo has estado y ese tipo de cosas - repetí con sorna - ¿Me llevarás o no?

Él solo bufó negando con su cabeza, no era mi culpa que él mismo me hubiera hecho tratarle así. Ahora que asuma su responsabilidad.

- Sí, vamos.

- ¿Éste es el auto de mi hermano? - recordé el Audi, era inconfundible.

- Sí, me lo ha prestado - me hizo saber colocándose el cinturón de seguridad.

- ¿Y tú Mercedes?

- En el taller.

- ¡Ah!

Y esa había sido nuestra conversación y no era que me importara tampoco, ya bastante había tenido de él, lo único que deseaba era que no respirásemos el mismo aire nunca más.

Una llamada de Kristen me hizo sonreír, debía estarse muriendo del sueño y mírenla, no se había olvidado de mí.

- Kris..

- ¡Hola chica coreana!

Mi teléfono casi se me cae al escucharla gritar tan animada del otro lado.

LOVE IS GONE // JEON JUNGKOOK; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora