Vínculo

capítulo 2: Iknimaya

Vínculo

capítulo 2: Iknimaya.

Los meses pasaron como tienen que pasar. Para Spider no podría ser más larga la espera. ¿Qué esperaba exactamente? Ni él podía saber.

Volver al Campamento Omatikaya debería ser como volver a casa, pero no se sintió así por más que intentó y se dijo que pronto volvería a habituarse. Todos los que alguna vez conoció estaban ahí, sin embargo no estaban sus hermanos. Y se sentía casi tan solo como cuando lo capturó la RDA.

Muchos de ellos, los Omatikaya, lo recibían con escepticismo, desconfianza. Spider sabía la razón, ellos no lo entendían. Pero él los entendía. Así que comenzó a pasar más y más tiempo con los científicos y los Avatares; irónicamente ahí es donde, se supone, siempre debió pertenecer. Pero no era lo que él quería.

Y conforme más impaciente y solo se sentía, el tiempo siguió moviéndose.

El clan Omatikaya seguía luchando bajo el liderazgo de Tarsem, el actual Olo'eyktan. La guerra es difícil. Cada vez eran más jóvenes los que eran entrenados para la batalla. No es que estuvieran de acuerdo en mandar a luchar a los niños, pero debían estar listos en caso de que necesitaran defenderse.

—No creo que estén listos —dijo en voz severa un Na'vi adulto—, pero ya estamos aquí.

Estaban en lo más alto de las Montañas Aleluya, en el territorio de los ikran. El hombre estaba liderando a un grupo de adolescentes que entrenaban para convertirse en cazadores y, eventualmente, ganarse un lugar entre el pueblo.

—Reconozco que han superado todas las pruebas, pero convertirse en Ikran Makto no es lo mismo que montar un pa'li, es un vínculo que durará toda su vida. Recuerden, es un trabajo en conjunto, de ustedes y las bestias, deben tratarlas con respeto; de no ser así, morirán. Si su unión es exitosa, completarán su iknimaya y se convertirán no sólo en cazadores, sino en guerreros. ¿Alguna pregunta?

—Sí, yo tengo una pregunta, Eyktan —habló seriamente Txe'lan, el único niño varón Na'vi del grupo—. ¿Por qué Spider está aquí? Él es un traidor.

Ka'ani, el Eyktan, ladeó la cabeza para echar un vistazo al niño humano a su lado. Spider estaba sobre una roca lo suficiente alta para estar a la altura del Na'vi líder. Spider también miró a Ka'ani y le dedicó una bribona sonrisa; después de ello, el niño humano dirigió esa misma sonrisa, pero más desafiante, hacia los jóvenes Na'vi, que pese a todo eran unos años menores que él, aun así eran todos más altos.

Ka'ani sólo hizo una mueca resignada. Antes de abrir la boca, una de las dos niñas del grupo, una revoltosa llamada Pam, empezó a decir en voz alta:

—Este lugar es peligroso para un humano. —Entonces en tono burlón, mirando fijo a Spider, dijo:— Ahora que Kiri no está para protegerlo. No hay razón para que esté aquí, no puede tener un ikran, ni siquiera puede hacer el tsaheylu. Nunca podrá ser realmente parte del pueblo.

—¡Oìsss! —la calló su Eyktan.

El mayor era tan intimidante que Pam sólo bajó la mirada y se quedó quieta en su lugar; Tsyo, la otra niña del grupo, se rió en voz baja mientras que Txe'lan le gruñía a Pam por haber sido tan maleducada frente a su líder.

Sin perder la dureza en su voz, Ka'ani contestó la pregunta de Txe'lan:

—Ya hablamos de esto. Spider no es un traidor, los demonios lo tenían cautivo. —Resopló en derrota—. Y está aquí porque, contra mis ordenes, se invitó a sí mismo.

—Me extrañarías, Ka'ani —se rió Spider.

Por las caras que hicieron los tres niños Na'vi, era fácil ver que no iban a aceptarlo así de simple.