Tabaco y Alcohol [ZoroxSanji] [SanjixZoro]

VIII

_¡Isla a la vista! _gritó Usopp desde lo alto del nido de cuervo.

        Todos nos asomamos para ver nuestro destino, las expresiones que acompañaron a toda la tripulación fue en palabras simples "variadas", desde alivio hasta hastío. 

_Es muy pequeña, no es lo que esperaba _Luffy se veía triste.

        Seguramente estaba esperando que alguna aventura se presentara, pero con suerte había un precario pueblo en la isla.

_No hay nada que hacerle, solo venimos por provisiones al fin y al cabo _la navegante se paró frente a nosotros y aplaudió para llamar nuestra atención_. Muy bien, no se metan en problemas, voy a ver cuánto se tarda el logpose en cargar. Un grupo vaya a por provisiones, el otro a por material, andando.

_¡SI! _contestamos todos

        El primero en salir despegando del barco fue Luffy, seguido por Franky y Usopp que bajaron a por materiales para reparar futuros daños en el barco.

_¿Robin, qué te parece ir a ver si compramos algunas cosas? _preguntó Nami.

_Me parece bien, tenía planeado ir con nuestro pequeño médico a por algunos libros, vayamos juntos.

        La navegante y la arqueóloga se llevaron a Chopper con ellas, y en menos tiempo de lo que esperé el barco había quedado vacío.

        Vi al cejillas entrar en la cocina sin decir nada más, no se molestó en avisar que se quedaría a hacer guardia, ni en ir tras sus damas para protegerlas. Allí parado solo, mirando hacia la cocina, recordé sus palabras en el baño.

"Él va a estar allí, esperándome."

        Me apresuré a bajar a tierra firme, quizás tuviese suerte y aclarara mis sentimientos aquí. Quería que así fuese, esperaba que eso marcase el fin de ese juego irracional.

_Bien, aquí vamos _alisé un poco mi cabello, iba a poner todo mi empeño en esto_. No creo que sea tan difícil.

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_Ni una siquiera. Maldita, maldita isla de porquería.

        Me encontré a varios de mis compañeros por el camino de regreso al barco, mañana zarparíamos de nuevo, esta vez rumbo al nuevo mundo, la segunda mitad del Grand Line. Y yo no podía estar más ansioso por marcharme de aquella isla de porquería.

_Encima recibí un golpe bastante fuerte _iba refunfuñando mientras subía al barco_. Maldito cocinero de mierda, todo esto es su culpa.

        Me quedé parado en la rampa por un instante, miré en dirección a la cocina, vapor salía por la ventana y un agradable aroma se filtraba por la puerta. Respiré hondo, quise ir hacía allí, hacia él, porque así habíamos quedado.

_Déjame pensármelo aunque sea, cejillas _susurré para mi mismo.

        Di media vuelta y empecé a subir hasta el nido de cuervo, que había sido mi escondite por un tiempo, desde que Franky nos construyó el barco para ser sincero.

        Solía utilizarlo para entrenar, echarme una siesta bien merecida o de vez en cuando beber sin que nadie me molestara. Aún no había descubierto el almacén secreto donde el cocinero escondía el alcohol, pero en cuanto lo descubriera y consiguiese hacerme  con la llave, haría del nido del cuervo MI nuevo almacén de bebidas. Quizás un día buscase a fondo mientras él no estuviese en la cocina. Cocina...

        Sentí el rostro arder, era imposible que cada vez que pensara en aquella palabra me viniesen esos recuerdos a la cabeza, era vergonzoso. No podía creer que el estúpido del cocinero me hubiese hecho sentir de esa forma con tan solo un par de toques... con sus manos hábiles... y-