Kaito estaba temblando.
En otras circunstancias, estaría tan feliz de ver a su gran amigo, de no ser por que ahora este gran amigo quería ver su cabeza siendo separada de su cuerpo.
Tenía un revoltijo de emociones entre el miedo de morir y la felicidad y nostalgia de ver a alguien cercano.
— Joven amo, le dijimos al General que estaba tomando su baño y que esperara afuera pero no nos hizo caso... — Una de las sirvientas entró y rápidamente se arrodilló con la cabeza pegada al suelo; detrás de ella afuera de la habitación las otras sirvientas hicieron lo mismo.
Kaito solo las miro de reojo por un milisegundo, tratando de no perder de vista aquellos ojos púrpura que lo miraban fijamente.
Sentia cómo Gakupo lo analizaba de pies a cabeza, cómo si sus ojos fueran cuchillas clavándose en cada parte de su piel.
Retrocedió un poco sigilosamente mientras pensaba que súplicas le diría a su amigo para que lo perdonara por algo que ni siquiera hizo hasta que el alto se acercó atrapandolo.
Kaito chillo por dentro esperando el amargo dolor de algún filo clavado en él pero solo sintió que lo abrazaban cálidamente.
...???
"¿PERO QUE DEMONI*S?"
"¿DONDE ESTA EL HOMICIDA QUE QUERIA SU CABEZA?" "VAMOS, ¿QUE ESPERAS? ¡¡¡ARRÁNCAMELA YA!!!"
- Al fin despertaste... - Kaito tembló al sentir la respiración de Gakupo rozando su cuello. También, estaba siendo abrazado tan cariñosamente dándole sensaciones raras.
"¿Por qué me abrazas cuando deberías clavarme tu Katana?"
- ¿Estas bien?, ¿Te duele algo? ¿Sientes mareo? ¿Nauseas? - Gakupo toqueteo el rostro de Kaito cómo si buscara algún signo de fiebre
-Eh... No, estoy bien...-
- Pásaste varios días inconsciente, cuando llegué las sirvientas me dijeron que habías despertado, pensé que estaba soñando... Me alegra tanto que no sea así... - Esbozo una dulce sonrisa que hizo temblar más al peliazul.
¿Que le alegraba tanto?
¿De que siguiera vivo para poder matarlo con su propia mano?Kaito retrocedió un poco, quería mantener distancia.
Entonces Gakupo pareció darse cuenta de algo y se quedó mirando un largo rato a su compañero. Kaito le siguió la mirada.
Del susto y la desesperación, Kaito no se había arreglado bien el kimono y este se había desatado dejando ver parte de su abdomen.
Rápidamente Kaito trato de arreglarse la ropa.
-Lo siento, las sirvientas me advirtieron de tu baño pero entre sin más, te estaré esperando afuera - Gakupo salió de aquella habitación no sin antes darle un último vistazo al peliazul.
Minutos después las sirvientas hicieron lo mismo.
Una vez estando solo Kaito se desplomo en el suelo. El ambiente tenso que sentía que lo asfixiaba se esfumó.
Sabrá Dios de dónde saco fuerzas para seguir de pie frente a Gakupo. Y también agradeció por seguir dándole unos minutos con vida.Gakupo no mostró señales de querer hacerle daño, pero también estaban las sirvientas presentes así que no podría hacer ningún movimiento.
Si llegara a estar a solas con el...
No, tenía que aprovechar para huir.
Kaito busco rápidamente un bolso de seda para empacar sus cosas, hasta que se dió cuenta que no había nada de él ahí, si bien no tenía mucho que despertó y no tenía conocimiento alguno de cuales eran sus pertenencias en ese mundo. Lo único que podía considerar de él era la bata de seda que cargaba puesta.
Dejo salir un largo suspiró, era él y su bata contra el mundo.
Cómo Gakupo lo estaba esperando afuera no podía salir por la puerta, así que busco en las paredes con la esperanza de encontrar algún cuarto secreto pero no tuvo éxito.
Cómo última opción tenía la ventana pero al asomarse se dió cuenta que la estructura estaba arriba de un lago, y si alguna sirvienta lo viera armaría un alboroto y el plan fallaría.
"Opciones... Opciones... Debería de haber algo."
Después de pensarlo varios minutos, Kaito se dió cuenta que estaba pasando algo por alto.
Cómo había notado, Gakupo no parecía estar molesto ni resentido, si no todo lo contrario, estaba preocupado por él.
Aunque fácilmente podría ser una máscara y en realidad estaría echando fuego del coraje.
Pero y si la primera suposición fuese verdad.
Entonces aprovecharia su ánimo para persuadirlo y arreglar las cosas.
Con ese mínimo rayo de esperanza Kaito finalmente se terminó de arreglar.
Se dió un último vistazo en el espejo; tenía que admitir que la túnica le lucía. Ahora solo le faltaba su cabello. Al ser largo amarro su cabello con un lazo y el mechon semi largo que sobresalía de su mejilla derecha lo arreglo en una trenza adornada con listones dorados.
Salió y cómo había imaginado, el joven samurai lo esperaba afuera.
Kaito hizo una mueca. Este Gakupo no era nada diferente al que conocía.
Siempre que salía con el peli purpura a ejercitarse, pasear un rato, etc; este era el primero en arreglarse y lo terminaba esperando afuera de su habitación.
Solo hasta entonces no se había dado cuenta lo mucho que empezaba a extrañar a su amigo.
— ¿Listo? — Kaito suspiró profundo y asintió como respuesta. Empezaron a caminar despacio dirigiéndose al comedor principal, y en el camino Kaito no dejaba de mirar al pelipurpura, atento a cualquier movimiento sospechoso de este.
Aunque el sospechoso parecía él mismo.
— Yo... ¿Tengo algo en la cara? — Gakupo le miró confundido
— No, no... Es solo... — Kaito se dió cuenta de que no solo él lucía más joven, sino que Gakupo también tenía cierto aire juvenil. Entonces recordó que en la trama Gakupo lo había asesinado cuando ya eran mayores.
"Eso quiere decir... quizás, solo tal vez..."
— Últimamente luces más mayor que tú edad, si no te viera bien incluso te confundiría con tu padre — Kaito soltó su primera carta, con la esperanza de obtener alguna pista.
— ¡¿QUÉ!? — Gakupo lucía indignado — ¿¡Me-me estás diciendo que ya luzco cómo mi padre!? ¿A mis dieciocho años? — Ahora se tocaba el rostro desesperado.
"Bingo"
Kaito había dado en el clavo.
Estaba en la trama inicial de la saga, cuando aún eran adolescentes. Gakupo no tenía intenciones de matarlo por qué Kaito todavía no besaba a Luka. Y si no la besa, no hay muerte. Kaito todavía tenía una oportunidad, y por supuesto no la desperdiciaría.
A Kaito se le llenaron los ojos de brillitos.
"Haré todo lo posible por ganarme la confianza de Gakupo, me alejare lo más que pueda de Luka y solo me dedicaré a servirle a él y solo a él"
"Abraza muy fuerte esos muslos Kaito, si es que quieres vivir ( ⇀‸↼‶)ᕗ"
— Parece que el hacerme viejo te hace feliz — reclamo Gakupo, imitando un berrinche.
— Jajajaja, claro que no tonto, solo estoy un poco celoso que tú rostro sea más atractivo que el mío — dijo llevándose una mano a la cara — para ser un samurai conservas muy bien tú cara, si fuera una chica incluso me enamoraría de ti — soltó una leve sonrisa mientras seguia caminando.
Pero mientras decía todo eso Kaito en su mente estaba ideando un sin fin de planes para salvar su cabeza, tantos que no se dió cuenta que su compañero se había quedado muchos pasos atrás de él, con la mirada perdida tratando de procesar lo que el peliazul le acababa de decir.
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General, ¡Necesita Una Victoria Amorosa! (GakuKai)
FanfictionDespués de reaccionar del shock Kaito despierta ¡En la historia que acababa de leer hace unos minutos! Pero no era cualquier historia, ¡¡¡Era precisamente una historia donde el acababa muerto!!! Y para la cereza del pastel, el causante de su muerte...