Capitulo 3

173 25 31
                                    

No tardaron mucho para llegar a lo que parecía el comedor principal pero Kaito sintió como si hubiesen pasado horas.

Durante el trayecto fue bombardeado por la constante preocupación del peli purpura, quien le preguntaba a cada rato si aún se sentia bien o si tenía algún malestar.

Por una parte eso lo hacía estar tranquilo por qué significaba que estaba en "buenos términos" con su "amigo"; pero Kaito no creía poder seguir soportando unos minutos más.

Finalmente cuando llegaron a la entrada los recibió una sirvienta en medio de la enorme puerta. Kaito notó que la vestimenta de la mujer era un poco más sotisficado y elegante pero no tanto como el que traía la señora Jan. La sirvienta agachó la mirada en forma de reverencia y entro a la enorme pieza anunciando la llegada de ambos.

Kaito quedó sorprendido.

Aquella habitación era enorme, con ventanales en los costados que daban vista a unos patios que estaban dentro de la habitación y no podían ser vistos desde afuera. Adelante de ellos una enorme mesa se extendía con un sin fin de platillos, desde cerdo, pavo, pescado, res y frutas de todo tipo. Era como estar en un banquete y por un momento se sintió como estar en las cenas que siempre hacían cuando terminaban algún proyecto o concierto.

Con todo esto el joven peliazul empezó a sentir hambre.

Tanto que no pudo evitar que sus entrañas emitieran un enorme rugido.

- pffff - Gakupo intentaba controlar una enorme risa, pero Kaito le miró apenado haciendo que se sonrojara por la vergüenza.

- JA JA JA JA, parece que mi hijo está muy hambriento - hablo un hombre desde la mesa.

Kaito miro sorprendido hacía las dos únicas personas que estaban sentadas y se sorprendió más al ver que eran totalmente idénticos a ellos con la excepción de las marcas de arrugas por la edad.

El primer hombre era de la misma estatura que él, con un bigote perfectamente cortado y alineado y el cabello de un negro azabache y corto. Al parecer este es el padre de Kaito, o bueno, eso intuyó el peliazul pues en el libreto habían mencionado al papá del chico.

- Vamos, ¿Que están esperando?, tomen asiento - el señor hizo un gesto con su mano hacia los cojines.

Gakupo y Kaito se miraron el uno al otro y luego se sentaron quedando uno enfrente del otro.

Kaito sentía muchos nervios pues quería saber que tipo de persona era su "padre" ya que nunca tuvo como tal una figura paterna presente.

En su original vida, Kaito nunca había usado ese término pues su única familia eran sus amigos y su ya fallecida madre. Nunca conoció a su progenitor y tampoco hizo por buscarlo.

Las personas que se quedan contigo son las que deben estar.

- Padre - Gakupo hizo una reverencia al otro hombre que era justamente idéntico a el. Alto incluso más que el papá de Kaito, de cabello morado casi blanco, y con una barba un poco tosca y unas que otras cicatrices producto de las peleas. - Señor Shion - Gakupo se dirigió al "padre de Kaito" y también hizo una reverencia.

Kaito hizo lo mismo. No sabía si era lo correcto pero tampoco quería verse como un grosero.

-Veo que el joven Kaito en verdad se ha recuperado - como era de esperarse, el "papá" de Gakupo no solo su presencia imponia, si no que también su voz era mandante.

- Si, mi hijo es sano y fuerte, Kaito saco los genes fuertes de su madre y míos, ningún veneno es suficiente para quitarme a mi muchacho.- Comento socarron el padre del peliazul y le dio un sorbo al té que estaba bebiendo.

General, ¡Necesita Una Victoria Amorosa! (GakuKai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora