Capítulo 2.

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Jueves.

Abrí los ojos de golpe. Tuve que parpadear un par de veces para adaptarme la luz.

La luz.

-¡Mierda! -grité al darme cuenta de que no había sonado la alarma y que, por lo tanto, no había ido a clase.

Los días en los que hay clase nunca es de día cuando me levanto, así que significaba que me había quedado dormida. Me incorporé y empecé a masajear mi sien con los dedos.

-¿Qué ha pasado? -preguntó Calum desde la puerta, confundido.

-¿Se puede saber qué hora es?

Miró a los lados en busca de un reloj.

-Serán como las once, ¿por qué? -contestó.

Me quedé mirándole esperando a que reaccionara. Pasaron unos segundos hasta que frunció el ceño y por fin dijo:

-Mierda.

Me levanté para coger mi móvil que estaba en el escritorio, esperando a que no fuera muy tarde para ir a la clase de física y química.

-Genial. Es la una.

Miré a Calum que seguía en la misma posición, sonriendo. No entendía porqué sonreí, esta situación no era graciosa.

-En serio, Calum. Esta es la tercera vez esta semana -le dije sonando terriblemente irritada.

Desde que Calum llegó hace dos meses, que me quedara dormida se convirtió en rutina.

No es que me molestara, casi siempre conseguía llegar al resto de clases, pero no podía permitirme suspender física y química otra vez.

Mi madre solía ser la comprensiva respecto a este tema. Mi padre y mi madre eran completamente diferentes, el prototipo de los polos opuestos que se atraen, esos eran ellos.

Mi padre siempre me pedía que me esforzara más, el que decía que nunca era suficiente. Él fue quien me enseñó a tocar el piano. Pásabamos mucho tiempo juntos.
Pero cuando mi madre murió, todo empezó a cambiar.

(...)

-Carter, me temo que tendrás que reforzar física y química y matemáticas para poder graduarte -dijo el Señor Sherman con tono de preocupación.

No sabría decir si aquella preocupación era real, pero sus ojos parecían cansados, monótonos. Tal vez estaba pasando por un dicvorcio complicado, o su gato acababa de morir.

-Tendrás que buscar un tutor -sacudí la cabeza para volver a la realidad en cuanto escuché las palabras 'buscar' y 'tutor' juntas.

-Pero no tengo tiempo, tengo... -levantó un dedo para interrumpirme.

-Si no apruebas tendrás que repetir -dijo levántandose de la esquina de la mesa donde estaba apoyado-, ¿está bien?

Asentí y salí de la clase.

Estaba claro que tendría que aprobar si quería largarme del instituto y empezar a tocar en un conservatorio.

No me gustaba la idea de pasar otro año rodeada de gente que no me gustaba en un sitio que no me gustaba. Lo único que pensaba que valía la pena de aquí era Toby, y ni siquiera sabía de mi existencia, lo que era algo normal. Si alguien se fijaba en mí era solo porque había hecho algo mal.

(...)

-Así que tienes que buscar a un pringado para que te ayude, ¿no? -dijo Calum mientras le daba otro sorbo a su bebida.

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⏰ Última actualización: Jun 07, 2015 ⏰

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