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- ¿Kwami?

- Si, ahora sí me dejas explicarte, explicarles. - intento acercarse pero Marinette fue más rápido y la atrapó en un vaso de vidrio, Tikki suspiro- Está bien, si eso te hace sentir más segura.

Vale, las cosas sucedían de una forma nueva ahora, espero no afectar demasiado, bueno, el simple hecho de existir aquí lo cambia todo así que, que más da.

- Tranquila Mari. - puse una mano en su espalda y note como se tensaba.

- Ah, si si lo-lo estoy, estoy mu-muy tranquila. - río nerviosa, yo sonreí de lado y Tikki, ella nos vio interrogante a las dos.

- Entonces, ¿nos ibas a explicar?

- Oh, si, Marinette, fuiste elegida por el Gran Guardián para proteger a París, ¡eres la única que puede detener a corazón de piedra!

- ¿Qué? Esto debe de ser un error, ¡el único poder que podría tener es la súper torpeza! ¡Oh, Alya lo sabría! Le encantan los súper héroes.

- Mari, confía en tí. - la tomé de los hombros y hice que me miré. - Ese tal Guardián te eligió a ti, a nadie más para que ocupes este trabajo, solo queda demostrarle que no se equivocó al elegirte, tal vez cometas errores pero con la ayuda de Tikki y la mía podremos resolver los, no estás sola, tienes mucho potencial.

- Escucha a tu amiga Marinette.

- De acuerdo. - suspiro, ví que estaba algo sonrojada, ternura. - ¿Qué tengo que hacer?

- Ponte los aretes que están en la caja.- la azabeche hizo lo que le pidió y yo libere a Tikki, aunque ella podría haber salido sola. - Ahora, debo de explicarte algunas cosas rápido.

- Recuerda, luego de invocar al amuleto encantado y derrotar al villano debes de decir Miraculous Ladybug aventando al aire el objeto que te dé, si no mal entendí. - mire a Tikki quien negó. - ¿Alguna duda Mari?

- No, solo siento que vamos muy rápido, no creo que pueda hacerlo. - se desánimo.

- Entre todas las personas de París, te eligieron a ti, a nadie más, el guardián vió algo en ti que tú aún no lo ves, ¡confía en tí! - me acerque más a ella con una sonrisa y ví que se relajó un poco, cada vez ya no se ponía nerviosa cuando estoy más cerca, solo un poco.

- Si, tu puedes hacerlo, ahora di, ¡Tikki motas! - se acercó emocionada la kwami.

- ¿Motas? ¿Pero qué? - la kwami fue absorbida por sus aretes así transformando la en Ladybug. - ¿Qué es esto? ¿Tikki? ¡Si puedes oírme, quiero que me devuelvas mi ropa normal!

- Marinette. - todo este tiempo la estaba mirando con los brazos cruzados y una sonrisa de lado, cuando volteó a verme me miró sonrojada. - Tikki, si no estoy tan loca, fue eh, absorbida por tus aretes, creo que ella es la fuente de tu poder.

- Oh. - iba a decir algo pero la televisión la interrumpe captando nuestra atención.

Nadja estaba dando la noticias acerca de el villano, pero las dos vimos a la gran Alya ahí, dirigiéndose al peligro solo por las noticias y ver a unos superhéroes.

- ¿Esa es Alya? - pregunto la mariquita.

- Eso parece, ¡tienes que ir!

- ¿Yo? P-pero...

- Claro, eres la súper heroína aquí.

Y así sucedió, subimos a la terraza mientras yo intentaba ayudarla con su yo-yo, lo que no tenía en cuenta es que podría funcionar mientras yo lo sujetaba igual, así fue como las dos volamos y caímos encima del gato negro de París.

- Oh, dos bellas señoritas. - dijo en tono coqueto, ay ya me enamoré.

- Lo siento yo eh.

- Creo que es mejor soltar... - caímos al piso, o bueno, yo caí porque ellos si pudieron evitar el golpe. - nos.

- Oh dios.

—Venga señorita yo la ayudó. —Chat me ayudó a levantarme, le sonreí y el a mi, solo que el coqueto, como siempre.

— ¿Estás bien? —se acercó la azabeche preocupada.

—Por supuesto, junto a los nuevos héroes de París siempre.

Ellos rieron por eso pero ví un leve sonrojo por parte de los dos, interesante.

— Por cierto, soy Chat Noir. — tomó una de nuestras manos y las besó, después levanto la vista y me giño el ojo, madre de dios.

—Oh, yo soy Mar... —su yo-yo casi la golpea por lo que la hice a un lado y se avergüenza —Lo siento, soy muy torpe.

—No te preocupes chica torpe, tú debes ser la compañera que me mencionaron. — astuto gatito, Mari asintió y luego me miró a mi. —Ahora, sin ofender claro, me preguntó que haces tú aquí y quién eres.

—Ah si, soy Andrea Sánchez. —me presenté. — Fue un accidente, tome su yo-yo cuando ella salió volando y aquí me ven.

—Si, un accidente, soy Ladybug. — respondió al ver que el rubio aún la miraba interrogante.

Los dos saltaron al escuchar un estruendo y Chat Noir se fue confundiendo a la mariquita, pero solo yo ví el giño que me dió.

—Espera, ¿a dónde vas? —le preguntó la moteada.

— A salvar a París, ¿no?

—Tienes que ir puntitos. —la alenté y ella volteó a verme. —Anda, debes de seguirlo, ayuda a tu compañero.

—Tengo que ponerte a salvó.

—Si salvas a París, yo estaré a salvó. — le sonreí y ella a mi. — Suerte puntitos.

— Ten cuidado —me dijo antes de salir volando.

Me quedé viendo por dónde se fue unos segundos y suspiré,vale, estaba loca por esos dos desde hace años, desde mi realidad y ahora que los tengo aquí, pareciera que es un sueño.

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⏰ Última actualización: Jan 01 ⏰

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