Capitulo doce

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-vaya, vaya, vaya pero mira lo que nos encontramos aquí. mi mujer abrazada con mi amigo-les digo frío que hasta ami me di un poco de miedo

-no es lo que parece chris-dice mi mujer pero no le hago mucho caso

-a no estonces no estaban abrazados-les digo viéndolos los dos a los ojos

-chris yo solo me estaba despidiendo de daniel-dice otra vez mi mujer

-sabes daniel por esta vez te la dejo pasar pero para la próxima vez no voy a tenerte compasión-le digo a daniel-y tu celeste vamos a hablar así que a la habitación ahora-le digo y pude ver como estaba de asustada pero trataba de ocultarlo.

al llegar a la habitación cierro la puerta y me la quedo viendo, pero como la primera vez parece que no sabe quien es el diablo rojo. así que está vez quiero ver su culo totalmente rojo. ella creo que sabe lo que la espera.

-ponte en cuatro sobre la cama ahora-le digo- y quítate la ropa, toda hasta la ropa interior-le digo con media sonrisa

-por favor chris no me azotes otra vez-me dice quitándose la ropa de a poco

-celeste te lo voy a decir y espero que me escuches muy bien. yo soy un hombre muy celoso y cuidó lo que es mío-le digo-asi que entiende mujer tú eres mía solo mía-le digo frio-ahora ponte en cuatro antes de que yo te ponga- despues de eso ella se pone en cuatro y yo me puse detrás de ella y le di el primer azote

-mmhhgg-gime ella

-si celeste gime para mi para que todos se den cuenta de quién eres-le digo y después le doy otro azote

-mmmggghghh-vuelve a gemir

-celeste dime de quién eres-y otro azote

-tuya-dice ella casi inaudible

-que dijiste no te escuché-le digo aunque si escuché y otro azote

-TUYA o por dios-dice está vez en un grito pues el azote que le di fue más fuerte.después de el azote que le di, le di la vuelta y veo como sus pezones están de duros y como de mojada está asi que me acercó a su vagina y comienzo a chupar su clitoris y le meto un dedo-o por dios chris si!-despues le meto un segundo dedo y le doy un pequeño mordisco a su clitoris-aaa chris te necesito, te necesito dentro de mi-me suplica ella.

secuestrada por voluntad propiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora